Elsye Suquilanda: “Cinemetáfora es un órgano que bombea letras, pensamientos, cotidianidad, sonido,…al igual que el corazón bombea sangre para vivir”.
Por: Pepe Mejía
Elsye Suquilanda Jaramillo –que se define como “ecuatoterrestre”– es como ese árbol llamado arupo cuyo florecimiento en hojas rosas anuncia la llegada del verano andino, que viene acompañado de un viento muy reconocible. Como mujer volcánica nació a los pies del Pichincha en Quito, Ecuador.
Alumna aventajada del gran Oswaldo Guayasamín, que por el 92 contra celebró los 500 años del genocidio español en América y paseó su arte por las tierras gaditanas de Puerto Real, Elsye es poeta, artista multivitamínica y activista por los derechos de los animales.
Una de sus mejores aportaciones es haber sido co-creadora de la Perrosofía «Chichoismo», que es el amor y respeto a todas las criaturas vivientes. Reconoce que su maestro es un perro andaluz llamado Chicho.
Identificada con Frida Kahlo como mujer luchadora, estrambótica y psicodélica, Elsye escribe poesía desde los 6 años. Actualmente vive y bebe expresiones artísticas en la capital del arte, Berlín. Reside desde el 2008 y es parte del Kollektiv Dunckerstraße.
Elsye Suquilanda, fue miembro del jurado –en la categoría de cinemetáfora- en la primera edición del Festival Internacional de Cine Independiente “Desde los extramuros del mundo”.
Pregunta.- Una poetisa en un jurado de cine. ¿Por qué aceptó ser miembro del jurado –en la categoría de cinemetáfora- del Festival Internacional de Cine Independiente “Desde los extramuros del mundo”?
Respuesta.- En primer lugar, muchas gracias por esta oportunidad para poder compartir con ustedes mi experiencia en este extraordinario momento para el cine y la poesía. Estudié cinematografía, radio y televisión en Chicago y Ecuador, pero en Berlín donde vivo desde el 2008 me dedico a la literatura, mi poesía es multidisciplinaria, siempre está ligada a lo visual y musical. Acepté ser miembro del jurado porque tengo el conocimiento de lo que estábamos a punto de calificar y, obviamente, porque quería aprender y navegar en el trabajo de otros creadores. Una experiencia muy especial y enriquecedora para el nacimiento de esta nueva categoría dentro del cine. El nombre Cinemetáfora ¡me cautivó!
P.- ¿Cuál es su definición de “cinemetáfora”?
R.- Es un órgano que bombea letras, pensamientos, cotidianidad, sonido, movimiento, historias contadas en delicados cuadros de imágenes, al igual que el corazón bombea sangre para vivir.
P.- Usted, que es una amante de todo ser vivo, ¿me puede mencionar alguna obra, que se haya presentado al Festival dirigido por Ivo Maldonado, que se haya asomado a lo que Usted más se identifica?
R.- Se me quedó impregnada Serendipia por su sencillez, su belleza contada en imágenes, por esa dulce convivencia de los alumnos con los animales, como si estuvieran en un paraíso envuelto en cálidos colores de esperanza, volviendo al principio de todo, a lo más simple, aprendiendo de los animales, nuestros maestros de vida, reflejando amor y respeto entre todos los seres vivos, serenidad en estos momentos inciertos para la humanidad. Todo lo que percibí en imágenes o en texto tocó lo más profundo de mi ser. Incluso días después del festival las imágenes de esta obra continúan rondando y visitando mis pensamientos, una obra que nunca olvidaré. ¡Poesía pura! Cine igual vida.
P.- ¿Por qué el jurado, en su categoría de cinemetáfora, concedió el Premio Pewen, el máximo galardón del evento, a Traces of the inscribed” (Indicios del inscrito), del cubano Rafael Ramírez?
R.- Se concedió en atención a su trabajo sonoro, su particular partida del “spoken word” performático, su animación en huida a espacios comunes y la búsqueda de un poema con algo por decir, su atención a un pre – texto antes de entrar a su puesta en escena audiovisual.
P.- ¿Qué destacaría de la obra de Rafael Ramírez? La obra de Ramírez ¿tiene algo con su percepción del arte?
R.- Sí, es un trabajo bien logrado cinematográficamente, contiene todos los elementos que a mí en lo personal me mueven. Técnica, multilingüismo, performance, música, atemporalidad, animación, una edición cuidada, un sueño bien gestionado a la realidad. El respeto al principio poético del cine.
P.- ¿Cuál es su opinión sobre “Ciutaga Abismo” (Abismo cotidiano) del chileno Vicente Espinoza, ganadora de una mención en la categoría cinemetáfora?
R.- “Ciutaga Abismo” (Abismo cotidiano) es una producción que te sacude notablemente sin importar el idioma original, que a través de su mirada cinematográfica y la estructura de su obra logró transportarnos a su mundo interno, haciendo del lugar donde fue filmado el lugar donde tú vives, donde yo vivo. No era una sola tierra porque habían varias. Yo viajé a Finlandia y también a Ecuador por medio de la sutileza de sus imágenes. Es como esas historias que todos queremos ver pero que no siempre podemos encontrar. Libertad, naturaleza, bombardeo de sentimientos inesperados.
P.- Jennifer Lobos Saavedra presentó y ganó una mención con “Serendipia”. ¿Qué es lo que más le llamó la atención?
R.- La comunicación entre seres humanos y animales, naturaleza, espacio y situaciones en las que vivimos. Que el arte no es comida chatarra, que es un plato a la carta, es especial y hay que respetarlo como tal, un plato que estará en la carta durante mucho tiempo. Que en lo más simple y real está el perfume más preciado y eterno de la vida. Y si hablamos de la técnica de cine, es un trabajo impecable que está en su proceso de maduración.
P.- El Festival Internacional de Cine Independiente “Desde los extramuros del mundo” ha sido una grandiosa palestra para productores, cineastas, artistas visuales para visualizar realidades que están y las mantienen en el extrarradio, lejos del foco mediático más convencional. ¿Cuál es su opinión sobre el desarrollo del festival y qué es lo que destacaría?
R.- El Festival Internacional de Cine Independiente “Desde los extramuros del mundo” nos trajo sentimientos y emociones como si hubiésemos asistido a un festival presencial y no virtual, desde encontrar el evento hasta encontrar tu asiento para ver las películas y escuchar las conversaciones de los directores, panelistas, jurado y público. Sentir la energía y las vibraciones de las personas que participan online y juntas casi en persona. El festival reunió mágicamente muchos países, nacionalidades e ideas sin fronteras que darán forma al futuro de las nuevas culturas en el cine.
P.- En su opinión, ¿qué es lo que puede sugerir para próximas ediciones del Festival de Cine Independiente?
R.- Mantener la idea de que a través del arte podemos seguir vivos y apoyarnos aunque no seas cineasta, pero como humanidad podemos seguir adelante juntos, respetarnos y aprendemos. Porque cada historia cuenta y no debe quedarse atrás. El festival debe mantener los brazos abiertos a nuevas oportunidades, nuevos lenguajes y nuevos talentos independientemente de sus viejos trabajos y méritos para dar el último brillo de frescura y ambiente actual que nos mantendrá a todos en la misma pantalla plateada.