MELISSA MENDIOLA VÁSQUEZ – TOMÉ CAFÉ EN TUS OJOS
Revelación
En el baño descubrí
un camino de elefantes.
Negras las patas
colgaban un sin fin de luces.
Las miraba andar,
el susurro en el oído
no me dejaba concentrar.
Se hablaban unos a otros,
no podía respirar.
Andan elefantes en el baño,
no puedo contener la risa,
huelo mi cabello
se detienen un momento.
Caminen, sigan
por favor,
sólo estoy aquí de paso,
les digo.
Subo la escalera,
tomo de mi agua,
abro el grifo,
tomo la toalla
despierto en la ducha,
donde camina el agua desde
la tubería hasta el centro del pecho.
que anidan memorias.
Mis partes y mi todo
De las manos
me nacen luces
por herencia.
Congénitas como mis ojos,
mi boca,
mis pies.
El humor es mío,
amargo…
También la dulzura de mi voz,
que alimentan monstruos
que habitan en mí.
Muy adentro están,
las luces no se cansan de alumbrar.
Las veo en mis dedos,
rezamos para ocultarlas
y no se fueron.
Mis nalgas,
es una herencia familiar,
bailan el danzón
de las raíces femeninas.
En mis piernas,
también hay luces.
Me iluminan el camino
y a veces pienso,
en la dicha de mis monstruos.
La oscuridad,
profunda que soy
alimentan mis luces externas.
No es malo
la oscuridad,
como tampoco lo es
la luminosidad.
Tampoco son los monstruos
ni la dulzura de lo que soy.
Mis partes y mi todo,
mis luces y mis monstruos
son los extremos,
que me recuerdan
que estar cerca de ellos
me pueden matar.
Adentro
Escucho
desiertos,
afuera un destino
que no veo adentro.
Los pasos que he dado,
frutos del mango seco,
hija del dolor
y desvelo.
Veo gente
trabajando silencios,
el hambre mi
aliento.
Usuras que alimentan desconciertos,
¿fueron ellos
los causantes de esto?
En balcones,
vitoreando versos.
Los otros
andan las calles,
trabajando silencios.
El encierro es conocido,
llevo años
descubriendo lo
que llevo dentro.
Los nuevos no lo saben.
Piensan que es un
castigo,
profecía
cuenta el cielo.
Temer a lo nuevo,
es más viejo
que los sueños.
El camino es
lo que te llevará
adentro.
La usura sigue en pie
¿es a causa de ellos?
El encierro no es nuevo,
son muchos sin abrir
una puerta que duele
mucho más que morir.
A tientas
Hoy desperté con el dolor a cuestas,
preparé un omelette con tus besos,
desayuné un racimo de recuerdos.
Dormí mis dolores,
descansé los anhelos,
a tientas busqué mis miedos.
Descubrí en el fondo
el reflejo de un camino
que lleva como timón
un silencio.
Tomé café en tus ojos,
vacilé al respirar un sueño,
reí con las escaramuzas
escondidas en los versos.
Fuiste un respiro,
el llanto nuevo,
la voz vacía,
un espejo viejo
que al romper la sangre
transfigura un vuelo,
el aire denso de un
sin fin de velos.
Sin gramos
Me cocí la boca,
apagué los cables,
empuñé mis ideas
y salté.
Recorrí colores disueltos,
abrí los abrigos del miedo,
descubrí los ojos
me los comí.
Con arañas levanté un muro,
caminé en verdes cantos,
me dispersé de un bostezo.
Sé lo que es estar
sin gramos de nostalgias,
vivir sin respirar.
Calculé un sin fin de cualidades,
no encontré ninguna.
Me fui corriendo,
me tropecé con la lengua,
oí el respiro de la muerte,
solté la rienda por desespero,
crucé los mundos,
llegué hasta aquí.
Camino con los ojos,
empuño la boca con la distancia de mis dientes.
Veo una luz que no me dice nada,
entro al pasillo para no perder el rastro.
Empañado está el reflejo,
a ras se dibujan significados,
algunos que entiendo,
otros que me dislocan las piernas.
Me gusta caminar envuelta,
descubrir los espacios sin tiempo.
Ahora que entré, olvido el silencio
enciendo las manos,
escucho el piso eterno.
Melissa Mendiola Vásquez (León, Nicaragua 1988) latinoamericanista, filósofa y poeta. Nacionalizada
costarricense, graduada en Filosofía y egresada de la Maestría en Estudios Latinoamericanos, ambos de la
Universidad Nacional de Costa Rica. Cofundadora de la agrupación literaria “Colectiva Jícaras” agrupación
formada por 8 mujeres poetas, de poesía performativa. Ha participado en la Feria del Libro Costa Rica del
2018 y 2019, así como en el encuentro Latinoamericano “La espera infinita” 2020, así como en la Festival
Internacional de Poesía “Ponte un alma” 2021. Ha sido antologada en poemarios como “Verso Diverso” de
Casa Palabra-Cartón Era (2018), en la antología latinoamericana “La espera infinita” (2020), en la
antología literaria de mujeres “Atemporal” de la Colectiva Jícaras (2020), en la antología iberoamericana
“La casa de los poetas” del Movimiento de Poesía, Arte y Cultura “Gregorio Aguilar Barea” (próximo a
publicar, 2021) y en la antología latinoamericana “Voces en el aire” de la Unión Hispanomundial de
Escritores en Costa Rica y Revista ígitur de México (próximo a publicar, 2021). Sus poemas también, han
sido publicados en la revista académica “Repertorio Americano” de la Universidad Nacional de Costa Rica
(2020).