ALELÍ PRADA – DE LAS MARAVILLAS
EXTRAÑO
Resulta extraño:
el bienestar flaco de las cosas
que, por gula, se devora la dicha;
se ata el esófago a los pies,
da un paso
y devuelve toda instrucción.
Hay silencios que no traducen calma. Me encuentro
en las muecas tristes de los pasajeros, en el moho de las naranjas,
en la sopa de mondongo que nadie prueba, en mi casa vacía llena de fotos,
en los tubos escolares goteando.
Cada tropiezo de materia en descomposición proclama mi sentencia.
Converso conmigo,
la de hace algunos equinoccios;
escucho voces,
aleteos huérfanos,
gritos con hambre que no llegan al eco, una estampida de glaciares,
portones herrumbrados.
Si tan solo pudiera despojarme de la luz que me clava el sosiego.
Soy hija de mis párpados
descendiendo al patear piedritas por la calle.
PRECIPITACIÓN
Me senté a ver una nube
nunca quise atraparla
me acerqué
alcé los brazos lo más alto
de puntillas, le envié regalos
canté en su nombre
me hizo cosquillas
me levantó el vestido
rodé la cima
pensé haber visto
un camaleón
un florero
un terreno
un fantasma
un río
un caleidoscopio
una flecha
en salto de fe
recibí un rayo
sin botas de hule,
sin capa,
bastaba la piel
para destruir
las hormigas
echaron a correr desubicadas
y ellas, ahí, en su insignificancia tan pequeñas
juraron rebelión
parecía una danza desde arriba una bandera de rodillas
temblando en paralelo
la nube pensaría
“Pero fueron solo gotas de agua” yo me senté a ver una nube nunca quise atraparla
DE LAS MARAVILLAS
¿Me vas a decir que no recordás?
¿Me vas a decir que no lo hiciste? Abrirme las costuras,
sin tocarme,
sin una mano encima.
Solo con los ojos.
Solo con la fe soplaste un maleficio. Llevabas un reloj en las manos. Yo abrí la boca,
desabotoné mi lengua
y bien vasalla
solté mi arnés,
y caí desmayada
poco
a poco,
mucho
a mucho.
Fuiste vos, conejo blanco
Mas no me cortarás la cabeza ¿Me vas a decir que no lo hiciste?
FILO
Tal vez hubiese sido necesario
cortar la espiral que enciende las navajas,
tus vértices,
mis huecos.
Sos, más o menos, como la palabra filo,
no preciso donde yacen tus cuchillas,
pero las puedo tentar si te dejo,
si te dejo ataladrarme.
Si dejo partes de mi pecho
flotando en tus lagunas.
Te bañarás igual,
sin importar el clima,
sin que afecte a mi sed de esta garganta que no muerde
que ha perdido la entereza
y hoy grita tu nombre
debajo de la tierra
¿qué puedo ofrecerte, sino una gruta?
¿qué puedo rendirte, sino mis huesos?
Pero le arrojaste todo a los perros
y yo que los acaricié tanto
y yo
que dormí con sus pulgas.
DESPUÉS
Un día nos encontraremos en otro carnaval
– Fernando Cabrera
Estos días
tardo en amanecer.
El tren asiste las mismas horas.
Invertebrada,
en el hábito del recuerdo,
se agudizan las lesiones,
las cruces,
los residuos.
Todo tintinea áspero,
empinado.
La luz brutal inunda las cortinas,
expone las sábanas,
el diario,
mi postura para dormir.
He de confesar:
no te olvido,
no quiero olvidarte,
no anhelo justicia.
No me acostumbro,
ninguna mañana,
a claudicar esta sentencia.
No me sale aplaudir tus proverbios,
ni excavar una moraleja.
El tiempo sabrá equivocar las elecciones,
manosear las grutas,
jugar con los remates.
Solo habrán secuelas,
perpetuas secuelas del origen.
Tendremos suerte si aprendemos que el tiempo está después.
Alelí Prada es una cantautora y poeta costarricense. Ha participado en diversos escenarios, desde teatro, música coral, música original, interpretación de canciones, oratorias, recitales de poesía, entre otros. Hoy desarrolla su proyecto como solista con música original y producción literaria. Recientemente, sacó su primer sencillo “Animal” junto a la cantautora colombiana Laura Román en plataformas digitales; anticipando un EP del presente año. Asimismo, también está en camino su primer poemario “Cuando llueve sobre el hormiguero” con la editorial New York Poetry Press. Algunos de sus textos se pueden encontrar en la antología “Y2K” de la Editorial Estudiantil de la UCR, en “Desacuerdos”, antología publicada por el proyecto Escritoras Aflorantes, la revista Liberoamérica, Oxímoron, Atunis, entre otras.