IVÁN MATA – BESO EN LA BOCA ES COSA DEL PASAO
Beso en la boca es cosa del pasao
A Garry y a Montse
Según Excel los hombres que me han cogido
son 113,
pobrecitas de ellas tan hediondas
en la lista que realizamos
enfiestados e infectados de VIH
yo omití a muchísimos
por respeto y dignidad a mis comadres
incluso
omití a mi papá
y al perro
y al lápiz
y al frío que acuna la diarrea y
mis espasmos
en esta habitación atiborrada
de altos funcionarios del gobierno.
Maldición eterna a las güeras de mi colonia
Qué gracia tiene el color de la leche
¿no saben que la leche engorda y saca granos?
¿no saben que la piel blanca
es una mutación genética?
No saben ellas que el cloro
no quita lo prieto,
ni las cremas blanqueadoras,
no saben que los pupilentes, al final,
terminan dejando ciego. Quien diga lo contrario
es una farsante o una cieguita de la calle, ¡ash!,
todas ellas bien Koleston acaparan la fiesta
como si fueran perras envidiosas,
en cambio, nosotras, las negras,
nos conformamos con llorar
largo y tendido en la cama.
Por azar o por el amor de un hombre
que se fue con una de ellas
yo me emborracho maldiciendo
a las güeras pedorras de mi colonia.
Resolví no pronunciar tu nombre romano
Para el Yonki
Resolví trenzar el silencio de tu nombre completo
mientras sola preparo el desayuno.
Resolví plantar flores de luz en el cuarto de lavado y
diluir tu nombre en el café
que hierve inmediato al jugo de naranja.
No soy más una estúpida anidando
tu nombre contra mi plato de avena,
no soy la mujer que cocina hotcakes
por las mañanas
ni la que utiliza bata
después de hacer el amor
ni aquella que tiene tu nombre tatuado
en la punta de la lengua.
Olvídalo,
no soy más la que procura
tu resfriado con té de limón y miel
como la esposa devota que alguna vez
fui,
mi amor.
Soy la mujer que no usa labial rojo
Estuve encerrada dos veces en el manicomio
porque me abandonaste
detrás de la ventana
con mis lentes redondos
y mi paquete de toallas femeninas
aún intacto sobre la cama.
Tú sabes que soy la mujer que habla de ti
en cualquier conversación,
hablo de ti con los perros
con el agua
hablo de ti
y no de mi esposo muerto que falleció detrás del basurero.
Maldigo el pito que me cuelga
Yo quería un clítoris
y no estas bolas peludas y colgantes.
Yo quería un escote muy pronunciado
y máscara para los ojos color violeta.
Iván Mata (Guanajuato, Gto, México, 1989) Licenciado en Letras Españolas por la Universidad de Guanajuato y pastor de cabras. Sus poemas han sido publicados en revistas electrónicas e impresas en Argentina, España, México, Venezuela, Perú. Antalogado en el número 209 de Punto de Partida (UNAM) "El fragor de otras voces. Diez jóvenes poetas guanajuatenses". Y por la revista Alternativas "28 poetas del Bajío menores de 28 años". Aparece en el muestrario poético "Las avenidas del cielo" (UG/UAA) y en las antalogías "La vida va" (La Rana), "Círculos de agua" (La Rana), "Letras interiores", "Poesía no consagrada" (Granuja), "Escritura desde el encierro" (Los Otros Libros) y “Los poetas de la memeración” (Awita de Chale). Es autor de los poemarios "Vómito de una pistola sin gatillo" (Los Otros Libros), "Soy Cebra" (Granuja), "Ivanna Kill" (La Rana) y “Pedacito de pastel” (Frenéticxs danzantes). Próximamente se publicará "Papá Fentanilo" (No lo tire) y “Yo no tengo de qué nutrirme” (Awita de Chale). Ha sido integrante de la primera, segunda, tercera, quinta, sexta y séptima generación del Seminario para las Letras Guanajuatenses con los tutores: Eusebio Ruvalcaba, Marcial Fernández, José Luis Bobadilla, Ángel Ortuño, Geney Beltrán, José Kozer y Rocío Cerón.