CINE: MÁS ALLÁ DE LOS REMAKES
Por Jorge Tigrero
Actualmente se vive un ambiente de profunda carencia de ideas en distintos géneros cinematográficos; pero, en el ámbito del terror, se enmascaran estas carencias utilizando estéticas, temáticas y, sobre todo, un collage de tramas y personajes atados a referentes de la década de 1980.
Para muestra basta un botón, el fenómeno de Stranger Things, serie de la factoría de Netflix, que si bien, no niega sus homenajes a los productos cinematográficos de los ochentas, el público debería ver más allá de esos clichés prefabricados de jóvenes en apuros, disfrazados con lentes grandes, camisas a cuadros o con poderes psíquicos y alimentar su curiosidad por descubrir de dónde surgen estas “originales” tramas. Sin embargo, la realidad se sigue pintando de tonalidades grises cuando se leen propuestas de temibles remakes o “continuaciones” como la que posiblemente se realice de El Exorcista.
Hacer un homenaje no tiene nada de malo, pero valerse del desconocimiento del público para ponerse una máscara de presunta originalidad, es uno de los males de esta época. En medio de todo esto quiero resaltar la inspiración y la profunda influencia de un verdadero maestro del terror, que ahora más que nunca, debe ser un referente para acabar con esta falta de ideas y producciones en masa carentes de alma.
Assault on Precinct 13 (Asalto a la Comisaría del Distrito 13), Halloween, The Fog (La Niebla), The Thing (La Cosa), They Live (Están vivos), títulos indispensables del gran John Carpenter, quien, a sus 73 años, a pesar de ya no estar en actividad como director cinematográfico, mantiene sus destellos de inspiración a través de conciertos en los que con sus sintetizadores interpreta la banda sonora de sus obras maestras. Ser testigo de cómo miles de personas en un concierto rugen bajo las notas del icónico tema de Halloween, es y será una experiencia fuera de este mundo.
Hace poco, el maestro Carpenter expresó en varios medios internacionales que el gran Snake Plissken, personaje emblemático, interpretado por Kurt Russell, merece «una tercera e incluso una cuarta» secuela, la sola idea de volver al mundo de Rescate en Nueva York (1981), es motivo para emocionarse.
Hablar ahora de remakes da algo de terror, por la mala calidad de este tipo de productos, pero para tumbar esos prejuicios y concebir que realmente se puede crear algo majestuoso a partir de una adaptación, el mejor ejemplo es The Thing (La Cosa), película estrenada en 1982, dirigida por John Carpenter y protagonizada por Kurt Russell. Carpenter admiraba profundamente el filme The Thing from Another World (1951) y, sobre todo, el relato original sobre el que se basaba esta cinta: Who Goes There? Del escritor John W. Campbell, relato icónico de la ciencia ficción que marcó un hito en el género al ser una de las primeras tramas en emplear la figura de una criatura cambia formas y usurpadora de cuerpos.
Si estuviésemos hablando en la época actual lo más probable es que el proyecto de este remake tendría como protagonista a La Roca, bajo la dirección de James Wan y más que preocuparse de la trama, buscaría ver la manera de cambiar el género de alguno de los protagonistas. En cambio, una adaptación en manos de un maestro como Carpenter involucra destacar la esencia de los conflictos a través de recursos que van más allá de la acción o los efectos superficiales. El escenario habla a través del susurro del viento helado y los espacios reducidos, es la paranoia el elemento esencial del relato, no tanto por el efecto del enemigo, sino más bien por las máscaras, las apariencias y cómo el ser humano reacciona ante condiciones adversas y, principalmente, al miedo y la desconfianza.
De igual manera, la personificación del terror en La Cosa llevó otra impronta esencial de Carpenter, él tenía clara la idea de no querer que el monstruo, que el mal, sea una persona disfrazada o algo antropomórfico, su visión era darle forma al terror. No estamos hablando de esta época inundada en CGI, aquí el verdadero arte estaba en el trabajo a mano, técnica pura y arduo trabajo. Para este fin, quien mejor que Rob Bottin, ilustre diseñador de efectos especiales que luego de darle forma a una pesadilla viviente en La Cosa, llevó su arte a películas como Total Recall y Robocop.
El poder de esta adaptación fue ir más allá del relato original, llevarlo a otro nivel tanto en forma como en fondo, para plantear un ensayo sobre la condición del ser humano, en el cual los espectadores somos testigos de cómo, poco a poco, producto de la presión, del instinto y del miedo, el hombre puede llegar a deteriorarse hasta lo más profundo.
No está mal dejarse llevar por algunos productos actuales, pero no desaprovechemos la oportunidad de identificar las fuentes de inspiración de esas películas o series para no perder la dicha de maravillarnos con la verdadera esencia tras este tipo de obras.
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Jorge William Tigrero Vaca (Guayaquil, 1986)
Escritor y docente. Forma parte de la Comunidad de Educadores para la Cultura Científica de la Organización de Estados Iberoamericanos. Su obra es difundida en importantes medios como Formación IB (España), Revista Hiedra (México), Epitafios (México) y Lakúma-Pusáki (Chile).
Sus libros han sido publicados por editoriales como Lagares de México, Luna Nueva de Ecuador, JLA Ediciones de Ecuador y Editorial Círculo Rojo de España. En el género poesía cuenta con cuatro libros: Instantes (2017), Claroscuro (2018), La luz de tu amor (2020) y El umbral de los recuerdos (2020). Su obra incluye textos sobre educación, su último libro en este ámbito es Perspectivas Pedagógicas (2020), cuenta con el aval de la Organización de Estados Iberoamericanos.
Actualmente organiza cada quince días, encuentros con escritores en un espacio denominado “Noches de poesía”, como un homenaje a la literatura en español.
