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AÑO 5 - 2024

Lalo Santi: El teatro es una manera para democratizar la palabra

Por Eduardo León

 

 

Magister Interdisciplinar en Teatro y Artes Vivas

 Actor y artista escénico guayaquileño.

 

 

Sueño Rush, tu última apuesta escénica. 6 días, 6 perfomers, 6 acciones. Que experiencia busca y propone Lalo Santi.

Sueño Rush es un performance duracional que se expone en el contexto que arroja un artista en medio del dolor. No hay explicación para buscar algo, no hay pretenciones de encontrar nada, solo preguntas puestas en un escenario sobre la vida y su devenir simbólico. Son metáforas que, como  aullidos, atraviesan en el cuerpo de una pérdida. Soy un cuchillo atravesado en mi garganta. Si bien es cierto cuido mucho mi sentido estético, también es verdad que los sueños se expresan de manera recurrente debido a la herida producto de optar y preguntarme por el sentido de la vida. Qué es la vida sino la acumulación de vivencias que se originan en el pasado, en la infancia inocente y que enrumba la vida del ser humano. Tengo un hijo de 7 años que acaba de pasar por uno de los momentos más dificiles del ser humano. La pérdida simbólica de su familia. Padres que son el reflejo a su vez de heridas de infancia y que terminan transmitiendo de generación en generación en lo que muchos llaman el valor ético de ver la vida. ¿Para qué me educaron? ¿Qué es la vida entonces? Cuáles son los deseos y dónde se esconden. A dónde nos lleva la idea que tenemos metida como un clavo en la cabeza por medio de la educación que nos dieron unos padres, unos tutores, nodrizas, sacerdotes e influencers que también erraron en sus decisiones de crianza. ¿Somos conscientes de ello? ¿Mis padres me preparan para enfrentarme a la vida y viene alguien y me la desordena, y cual es mi opción entonces? ¿Cuestionarme o acomodarme? ¿Dónde deposito el amor? ¿En mí y hago una aplología a mi ego o decido entregarme en un acto de humildad y dignidad? Esas preguntas que me atraviesan todavía como un cuchillo en mi garganta es lo que me permite expresarme en “sueño rush”. Una iniciación a descubrirme en el otro que dice ser yo mismo.

 

Al ser una propuesta interdisciplinar que tipo de artes estarán inmersos. 

El teatro es bello porque permite descubrir un sin numero de posibilidades. Inicié en teatro y conforme ha pasado el tiempo, me fui conectando con otras disciplinas, pero siempre desde la escena. Y no solamente disciplinas artísticas, me refiero además a que como cualquier ciencia, el teatro también es un espacio de laboratorio experimental. Se permite investigar como cualquier proyecto científico, tal cual como un laboratorista o químico trabaja buscando soluciones a algun desperfecto de la vida. Así mismo el teatro es para mí un espacio de probar nuevas maneras de contar, nuevas formas de escribir y expresar. No me centro en el texto sino que además me fijo en el diálogo que surge entre dos imágenes, sean visuales, sonoras, o textuales. Por eso en mis proyectos meto el video experimental, y las artes sonoras que son otro modo de entender el mundo. Hace mucho tiempo me dejó de interesar el teatro burlesco o cómico o prostituido en el que para ganar taquilla o audiencia acudes a recursos epidérmicos que buscan más bien hacer reir denigrando al otro. No me interesa el teatro que le dice a la gente que es igual que diversion o hacer reir para mantenerte inmobil sin pensar. Me atrae la idea de arriesgar en otros métodos que incluso el teatro comercial no se arriesgaría. El teatro que hago esta basado en una manera política de crear y eso es para mí una manera de democratizar la palabra,  una manera de proponer diversificación. Por eso acudo mucho a las imágenes que puedan decir en un video confrontado con un cuerpo. Estoy seguro que eso hace que el espectador una por sí mismo y tenga realmente autonomía en su modo de interpretar. Por ejemplo el sonido es una manera de abrir el espacio-tiempo, descolocar lo que hemos venido aprendiendo históricamente de la lógica del tiempo lineal. El sonido te abre y te disloca porque tiene otra lógica. Por ello la importancia que le doy a mis espectáculos abordar desde otras sensorialidades y no unicamente del texto como nos tiene acostumbrado el teatro más convencional. La interdisciplinariedad no es otra cosa que abrir el lenguaje a otras posibles ideas, que tal vez ni el teatro mismo las pensaba.  

 

Que reflexión te merece el teatro experimental.

Todo teatro en su época fue experimental. No hay nada que no haya sido experimental en el arte en su época, lo que no estoy de adcuerdo es que con la idea de experimentar se justifiquen algunas cosas que no estan muy claras en los creadores. Creo que sí es necesario experimentar y arriesgar, puesto que si no se lo hace no avanzaríamos en nuevas propuestas. Considero que cuando se utiliza la palabra “experimentar”  para esconder muchas cosas que tienen más de esnobismo que compromiso, hay un problema. Experimentar no es hacer cualquier cosa, creo que experimentar tiene mucho que ver con el compromiso de investigar. Yo me digo que quiero experimentar en una forma de creación o de narración, pero no por ello puedo ser irresponsable de hacer cualquier cosa. Primero considero que es necesario la investigación, como en cualquier disciplina.

 

 

Cuáles serían las dificultades de la relación creativa entre el predominio de una teatralidad, los complejos problemas de un grupo de teatro, la existencia de un autor y la ciudad; todo esto en relación con el contenido de la obra “Soliloquio épico coral” 

Te refieres a Soliloquio, no sé si sea el más indicado para responder esa pregunta debido a que ese montaje fue en otra época y en otro contexto. Yo fui parte de Arawa en el 2006 cuando recién iniciaba mi trayecto artístico. Mucha efervecencia en mi modo de ver la ciudad, convulsionada y atormentada para un joven de 26 años. El resentimiento social y la injusticia hacían en mí que buscara una respuesta en el teatro. No me encontré nunca y creo que allí se justifica mucho tu pregunta. Yo fui un actor sin cuestinamientos en esa época, algo que considero sumamente importante para la interpretación en el oficio del actor. Eramos un grupo de jovenes que nos motivaba hacer presencia artística en la ciudad más que realmente comprometernos con lo que podía hacer un teatro mucho más sólido. Las preguntas eran otras en esa época, y por ello respondimos a una necesidad que tuvimos de escribir teatro. La ciudad tenía una teatralidad del burlesco y del costumbrismo y eso fue un punto a nuestro favor, ya que en Guayaquil se hacía poco teatro con contenido poético. Soliloquio fue el inicio de una búsqueda de nuestra propia voz y eso fue muy bueno. Un autor olvidado que nadie conocía tuvo como consecuencia que sus textos sean escuchados porque justamente nadie en Guayauil relacionaba el teatro con la poesía. Ahora creo que es muy válido ese aprendizaje porque el teatro es una forma de escribir poesía. Es lo mismo a través del cuerpo, el cuerpo puesto en escena es como la letra impresa en el papel y eso lo fuimos descubriendo al hacer un montaje con la letra de un poeta. La ciudad es un pretexto, un papel mojado donde se escurre la tinta. La ciudad como un muro enmohecido por años y que solo el teatro fue capaz de sacarla al sol. Para mí Guayaquil es una ciudad perdida, a veces pienso si realmente la conocen fuera, de allí que en esos años haya sido acertado escribir desde un rincón oculto con un autor olvidado.

   

Cómo debería ser una educación artística en un enfoque interdisciplinario.

Creo que hay que otorgarle primero al teatro un lugar en la educación. El enfoque lo damos primero partiendo desde la intención de creer en las enormes posibilidades  que brinda el teatro. Creo que no somos conscientes todavía de lo que puede lograr el teatro en el ser humano. Es capaz de hacer hablar al más tímido y de canalizar el exceso de energía en los chicos hiperactivos. Es maravilloso lo que podemos hacer solo pensando en la idea que nuestros hijos tengan la experiencia de presentarse ante un público que lo aplauda. Es maravilloso pensar en lo que puede lograr en ese ser humano en el momento que pisas un escenario, asi sea en el salón de clases representando a un personaje que no es él. Muchas cosas se autodescubren y creo que aún no somos conscientes de ello. Ahí esta primero el enfoque interdisciplinario, en incluir el teatro, la danza como materias necesarísimas e incluso más importantes que muchas que le damos importancia en la educación tradicional.

 

Dios los cría y Quito los junta. Háblanos de tu papel en la película ecuatoriana “Cuando me toque a mí” y que sensaciones te dejo la incursión en el séptimo arte.

No puedo justificar mi vida sin hablar de la oportunidad de hacer cine. Creo que aquella película fue otro momento en mi vida, sin decir que nada aportó a cómo pienso ahora en mi oficio. Hacer cine es lo más maravilloso que puede hacer un actor. Y no lo digo por la fama que pueda llevar a darte (aunque tampoco es mi caso), sino porque se cuestionan y se conocen otras formas de abordar nuestro oficio. La película la hice cuando tenía solamente 26 años, sin nada de experiencia en cine pero con muchas ganas de aprender. Puedo decir que fue una experiencia que marcó muchas respuestas en lo que ahora hago. Los puntos siempre se conectan decía Steve Jobs. No me imaginaba que eso me daría respuetas a lo que hoy, 15 años después hago en mis creaciones performativas.  La idea de interpretación en cine es mucho más cercana a lo que creo hoy en día y que por cierto se aleja mucho en teatro. Insisto que la interpretación es lo que arruina muchas veces el oficio del actor. Es un vaiven dialéctico y contradictorio: mientras más “actuas” más te alejas de hacer real la situación. Creo que el cine te permite aprender que para actuar, lo menos indicado es justamente “actuar”. Mis trabajos hoy en día trabajan mucho sobre esa premisa. No “actuar”. Por eso prefiero trabajar con no actores en mis proyectos. Los actores muchas veces arruinan porque justamente se olvidan que el cuerpo humano es “orgánico”.  

 

El teatro y el cine son primos hermanos, o no forman parte de una misma familia.

Wow. Que enorme responsabilidad contestar esa pregunta. La verdad no me considero con la verdad para responder esa pregunta. Me falta muchísimo y creo que aún así podría decir cualquier cosa errada.  Considero que me agarro de la palabra que utilizas “familia”, para tomarla como una imagen que explica muy bien esa pregunta, considerando que la familia no solamente tiene consanguinidad, también existen relaciones que no tienen la misma sangre pero que igual son familia. Es decir se parecen pero al mismo tiempo son muy distintos. Cada uno con su dolor, con sus tormentos y hasta con sus propias miserias. 

 

Qué proyectos tienes en mente a futuro.

Pienso en llevar a escena un experimento nuevo. Alguna vez me pregunté si el teatro podría ser una manera de cuestionar al poder. Eso quiero hacer y aún no sé cómo. A pesar que los trabajos que hago tienen mucho de mandar a la mierda al poder, pero quisiera realemnte mandarlo a la mierda. Quisiera dar nombres en la escena e insultarlos y mandarlos a la mierda pero no sé si tenga sentido. Al fin, de lo que estoy seguro es que hacer teatro ya es una manera de mandar a la mierda al sistema. Resistir e insistir en este modo de expresarme es ya mandar a la mierda a muchas personas. El poder es lo que me motiva a hacer lo que hago. Nunca estaré conforme con la injusticia y la deslealtad. Yo firmé un compromiso y pienso respetarlo hasta el final de mis días, aunque la otra persona renuncie yo seguiré insitiendo en la lealtad. Eso me enseñó el teatro. En el compartir sin importar si el otro falla porque sobre todo es humano también, y solo ahí me acepto como humano que falla también.  Quiero hacer una obra que alcance a responder muchas preguntas que aún tengo clavadas en mi garganta como un cuchillo y que no sé bien quien y porqué lo puso en ese lugar.

 

 

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Eduardo León Rodríguez (Guayaquil, 1977). Autor de Censurado (El Ángel Editor – 2018), Manzana para mi boca (El Ángel Editor – 2019), Luz Emilia: un cuento de la infancia (Editorial Madriguera – 2020) y Categorización del Ecuador en transportación aérea (Libro Working Editorial – 2020).

Sus poemas figuran además en la antología de poesía del XI Encuentro Internacional de Poetas en Ecuador 2019 – Paralelo Cero; en el audio libro de la Antología Poética Contemporánea versoTRASverso (Editorial Lluevediciones – 2020); en la Revista Hiedra de México, Revista Aullido de España, Revista Innombrable de Colombia y diferentes portales de cultura de Latinoamérica. Dos de sus poemas han sido traducidos al italiano.

Formó parte de la Feria Internacional del Libro Guayaquil 2018, en la que presentó su primer trabajo poético, con el cual inició su camino por la literatura.

Uno de sus ensayos se encuentra en el listado de ganadores en el concurso organizado por la Casa de la Cultura Ecuatoriana Núcleo del Guayas: Textos de la Peste (Anales del Covid-19). Escribe reseñas en las revistas La Verdad y Misiva Digital. Relatos suyos aparecen en el portal de periodismo y literatura loscronistas.net

[Administrador del portal cultural La poesía del prójimo]

 

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