LEONARDO M BAJA NUBE – CULONA

CULONA

Muerdes suave frente a mí el abdomen de la hormiga. Te pregunto a qué sabe, sonríes y me
dices: A un amanecer salado en el desierto. Te acercas, me invitas, mueves la boca sin
piedad a fuego lento ¿Te gusta?
Sí, y sí Quiero verte saborear más culonas

LA PALABRA

Dígala y repítala, en la mente o en la hoguera,
en el instinto o en la cima.
Lámala con sal cuando sea muy dulce
Sóplela con el polvo de los muertos
Susúrrela en los muladares
Piénsela como vómito Enúnciela como miel
Pídale el granizo que derrite a la gente y la vuelve incienso
Pídale que se una y forme estrofas
Dibújela en la boca del amante,
ábrala con el falo que seduce puertas,
ábrala donde se esconden los niños antes de nacer

Consiéntala y desgástela Hágala su enemiga

DENUNCIAS

Los desaparecidos exhalan en el aire de los campos y ciudades
Despeinan a los peatones y se embrollan entre las orejas.

Vientos llegan tarde, no saben cómo hacer visible el mensaje que te sería legible si lo
abarcaras con el tamaño del horizonte y con el del amor que se desprende de ti como un
fruto dado a última hora en días de necesidad.

Y pensar que los gritos de auxilio se repiten a toda hora, tiñen el ambiente de alarma
dan la mala nueva, ecos de susto de los desconocidos que son pero no son hermanos
Fea verdad que desgasta el cielo de la clase media cuando grita dos puntos aquí te borran si
crees de lleno en la humanidad.

PILTRAFA

Como la gota evaporada.

Como el envase de blanqueador en la bolsa de reciclaje.

Como el recuerdo del amor joven
Como el cuerpo fragmentado en la tumba
Como el dios y sus fieles
todo vuelve
todo se escupe
se bebe
se come
entra
sale
retorna
sin consumirse
en medio del anhelo.

PENE IZQUIERDO DE LA OSCURIDAD

No me sirves para masturbarme No me sirves para escribir a mano No agarras bien las
cosas, las llaves te son esquivas Y ni siquiera me dices cuál es tu sexo si eres una pija
masculina o femenina o si eres más que una verga o una extensión de mi apéndice Me dejas
en espera cada vez que te llamo y cuando por fin me hablas creo que me mientes sí te veo
mentir ese meato que tienes por boca no te deja hablar bien ni siquiera replegándote el
prepucio se te entiende Dime yo sé que sabes ¿Somos virus que se engañan a sí mismos?
¿Dios es realmente una muchacha, la más hábil de todas? ¿Eres arte del buen Asmodeo a
quien respiramos en la Tierra cada año y segundo desde el inicio de nuestra vida? ¿Vienes
desde otro sistema solar o desde una dimensión a orillas del amor?
Me dices que no me complique con tanta pregunta retórica añades que Dios es demasiado
salvaje para comprendernos que más bien te toque que es la hora de pensar en Carolina
Franco es el momento de sentir esas otras cosquillas y me hieres y ni me doy cuenta
Amaneces se me caen los objetos de las manos pero que sería de mí sin ti Pene izquierdo de
la oscuridad