ENTREVISTA A HANS BEHR MARTÍNEZ – UN UNIVERSO DONDE IMPERA LA IMAGINACIÓN

“Comieron con precisión mecánica, semejantes a esas hormigas vikingas cuando encuentran un animal herido en el monte. Las mujeres, a diferencia de las anteriores, pidieron para llevar. María María, imborrable sonrisa, las complació. Nada importaba tanto como una repetición, eso sugería que el sustancioso líquido presentaba adecuadas características. Que los conquistadores del valle no pidieran para llevar era una desgracia. El solo hecho de recordar cómo había conseguido las aceitunas y las pasas justificaba cualquier afán. De lo contrario las bolas no hubieran sido perfectas.”

Caldo de bolas (Errantes y embusteros)

Hans ha escrito desde temprana edad. Nace en Guayaquil el 31 de octubre de 1962. En 1985 fue seleccionado por un jurado internacional presidido por el narrador Augusto Roa Bastos para representar al Ecuador en el Primer Encuentro Hispanoamericano de Jóvenes Creadores, realizado en Madrid. Tiene una diversidad de reconocimientos por lo que es catalogado como uno de los autores más premiados del Ecuador. Se resalta su carisma y don de gente; disfrutemos de su estadía en un universo donde impera la imaginación.

1.- El año 2020 te hiciste acreedor al Premio La Linares de novela breve. Cómo recibiste este galardón, el reconocimiento te llegó de forma inesperada o era algo que veías venir. Qué elementos reúne el texto para que se haya hecho de la victoria.

Bien, en lo personal pienso que uno nunca puede asegurar el logro de un premio. Pero lo que sí se puede contar es con las posibilidades. Se dan cuando has invertido tiempo y esfuerzo en la creación, investigación y corrección del trabajo, además de haber “agarrado” un buen tema. El libro, en los concursos, es como un caballo de carreras, si está alimentado, entrenado y es veloz, sabes que puede ganar, pero eso no quita que en la competencia existan otros caballos con semejantes características.

Acerca de los elementos que reunió el texto para obtener la victoria son varios. Comienzo con el tema, influye mucho, debe ser fresco, original (al menos es una de las misiones que tiene el escritor) y darle una nueva versión al Área 51 fue fundamental. Se trabajó en la estructura, en los personajes, la banda de delincuentes liderada por Stephen Hawking, en el desenlace sorpresivo. Se formó un mix que convenció al jurado.

2.- El 23 de abril celebramos el día mundial del libro y de los derechos de autor. Cómo consideras es la mejor forma de honrar esta fecha establecida por la UNESCO.

La mejor forma de celebrar es leyendo un libro y tener una copa de vino en la mano. Como adición, que sea un autor al que no hayas leído. Yo celebre leyendo a J. Gaarder, “el vendedor de cuentos”. Esta es la parte interna de la celebración. Pero no hay que olvidar la externa. Tuve una invitación de la profesora Francis Olmos para un conversatorio virtual con los alumnos del colegio República Dominicana de la ciudad de Bogotá. Ellos habían leído la novela juvenil “Soldado G3131”, celebraban el día del idioma. Siempre que puedas aportar en los jóvenes con un consejo para la lectura habrás cumplido con tu propósito de escritor.

3.- Entre todas tus obras publicadas tienes alguna que sea la predilecta o favorita. Que le da ese lugar.

La puedo considerar por géneros.

En literatura Infantil: “Casita, casona, casuna”. Mención de honor Ibby 2012 (entre las diez mejores novelas infantiles del año), primero con editorial Norma, ahora con Santillana, es mi pequeño Best Seller. En sus diez años se acerca a las once mil unidades. La pandemia fue un choque para su proyección. Y por otro motivo, disfruté enormemente escribiéndola, me hizo llorar, reír a carcajadas, disfrutarla, experimenté algo fuera de serie mientras la escribía.

En literatura juvenil: “Viaje a cráter Ngorongoro”. Premio Darío Guevara 2015. A esta obra, que se desarrolla en África, la escojo porque fue un reto. ¿África? Se conjugan la investigación, la ansiedad del grupo por sobrevivir, y ubicar tu imaginación en la realidad de los hechos. Por ese motivo.

Literatura mal llamada de adultos: “Maratón”, aparte de haber obtenido el premio Aurelio Espinosa Pólit 2000, porque yo fui parte de la misma, corrí medias maratones, carreras menores, de 10K y 5K, tuve que experimentar varias competencias. La aventura de escribir esta obra fue fabulosa, y que haya sido reconocida, mejor.

4.- En el argot de los corredores de maratones se habla del muro, el fantasma de la fatiga que aparece por lo general después del kilómetro 30. En tu obra laureada Maratón no siento ese descenso o agobio en los capítulos finales. Cómo se construye ese interés permanente y sostenido hasta el final de la obra.

Cuando te mueves en tus aguas y llevas en el pellejo lo que escribes, es más sencillo profundizar o extenderte. Como lo quieras ver. La dificultad se presenta cuando uno se puede equivocar en ciertos datos técnicos. Pero en cuanto al entrenamiento, el vencerse a uno mismo, lo viví, entonces, indirectamente uno construye ese interés para el lector. Concretamente si has tenido experiencia en el tema que escribes puedes, estoy segurísimo, hacer más llevadera tu obra.

5.- Cómo escritor de literatura infantil cual sería la sugerencia a los padres para que encaminen a sus hijos pequeños hacia el maravilloso mundo de la lectura.

Primero. Este mundo apurado y exigente ha creado una regla bien tonta: “yo le doy a mis hijos tiempo de calidad, no cantidad”. Quiero partir de ese punto. En el mundo infantil, la calidad es cantidad. Mientras más pases con tu hijo, mejor. Y aquí entra la lectura. Primero debe ser motivada. Si al chico le gusta el fútbol y estás jugando con él, le hablas por ejemplo de Juárez, el gran goleador del equipo (para los emelecistas digamos, nuestros hermanos de barrio tendrán sus propios héroes). Él te preguntará ¿Y quién es ese señor? Ya los sabrás, y al llegar a casa le lees en internet o en una revista algo de su vida y hazañas deportivas (no siempre se empieza con un cuento), luego leerle historias cortas y llamativas, ser constante, cuando se empieza con niños pequeños, las figuras tienen un papel básico. La forma como manejes esa motivación es primordial.

6.- Si Guayaquil fuera motivo de tu próximo texto. Cómo empezarías el primer párrafo.

Te cuento que ya está escrito ese párrafo, en el libro de cuentos Circo. El título del relato es Patarato, un loquito que se instalaba en los desfiles cívicos de las fiestas de Julio. Ósea Guayaquil, en su esencia. Y empieza así: “Te gusta tanto julio porque es el mes de las bandas, la ciudad se viste de guirnaldas y de banderitas celeste-blanco, y tú que merodeas por las calles, rebuscando en los tachos de basura un trozo de pan o algo para cachinear, puedes toparte con el grupo de algún colegio que ensaya para el desfile cívico”.

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Eduardo León (Guayaquil, 1977). Autor de Censurado (El Ángel Editor – 2018), Manzana para mi boca (El Ángel Editor – 2019), Luz Emilia: un cuento de la infancia (Editorial Madriguera – 2020) y Categorización del Ecuador en transportación aérea (Libro Working Editorial – 2020).

Sus poemas figuran además en la antología de poesía del XI Encuentro Internacional de Poetas en Ecuador 2019 – Paralelo Cero; en el audio libro de la Antología Poética Contemporánea versoTRASverso (Editorial Lluevediciones – 2020); en la Revista Hiedra de México, Revista Aullido de España, Revista Innombrable de Colombia y diferentes portales de cultura de Latinoamérica. Dos de sus poemas han sido traducidos al italiano.

Formó parte de la Feria Internacional del Libro Guayaquil 2018, en la que presentó su primer trabajo poético, con el cual inició su camino por la literatura.

Uno de sus ensayos se encuentra en el listado de ganadores en el concurso organizado por la Casa de la Cultura Ecuatoriana Núcleo del Guayas: Textos de la Peste (Anales del Covid-19). Escribe reseñas en las revistas La Verdad y Misiva Digital. Relatos suyos aparecen en el portal de periodismo y literatura loscronistas.net

[Administrador del portal cultural La poesía del prójimo]