“La Copa Libertadores es viaje, también es geografía y diversidad”
Charlamos con Alejandro Droznes, autor de “Libertadores de América”; un viaje por el corazón del torneo de fútbol más importante del continente, visto desde afuera de los flashes de las cámaras televisivas.
Por Nicolás Diana
Como si fuera el intelectual francés Paul Groussac, el comerciante británico William Mac Cann, o el mismo Domingo F. Sarmiento, Alejandro escribe un libro en el que aborda la geografía y la historia de América. La gran ventaja que tiene Alejandro por sobre esos escritores del siglo XIX es que, a su disposición, tiene para servirse del fútbol, deporte que apenas emergía en aquellas épocas y que hoy es la plataforma ideal para explorar cómo se vive y cómo se siente en diversos lugares del globo.
Alejandro Droznes nació en Buenos Aires en 1980. Después de charlar con él en varias ocasiones, puedo decir que es principalmente un viajero y un gran observador. Su formación en literatura y su pasión por los viajes han decantado en este material que me presenta y me explica con sus palabras: “Yo vengo del mundo de las letras, es mi formación y un ámbito de pertenencia, soy lo que se dice un “puaner””.
El material es muy amplio y abarcativo. En primera instancia tiene un nombre que se dirige o capta la atención del público futbolero. En la tapa se ve una estética muy llamativa, con una cancha de fútbol como dibujo central. Uno puede pararse frente a la librería y decir; – okey, este libro parece una historia de la Copa Libertadores o algo así. Pero al arrimarse un poco más a ese collage que ilustra la portada, se puede identificar las Charreteras de un traje militar formadas por micros, y el correaje que cruza el torso dibujado como una calle asfaltada. El dibujo es una mezcla de estadio de fútbol y busto militar. La clave del libro entonces, es presentar un texto que entrelace la historia de los Libertadores de América (al menos los principales; San Martín y Bolívar), y distintos episodios del torneo de fútbol más importante del continente. Por ese motivo, cuando le pregunto cómo podemos titular al libro, Alejandro me brinda sus intenciones: “Los libros con los que yo me imagino a libertadores de América no son libros de fútbol, sino los libros que yo admiro como lector (…) Álvaro mutis, Paul Groussac, Sarmiento”.
Podemos decir que estamos ante un libro de viajes, de fútbol, de historia, y de geografía. Doy fe que se puede hacer del fútbol una excusa perfecta para contar historias y a la vez contar La Historia. Se necesita un escritor claro y versátil, y es el caso de Libertadores de América. De hecho el clima de narración es muy ameno, como nos cuenta el autor: “La idea era que fuese amigable, no está atiborrado de citas, no hay notas al pie. También decidimos con la editorial no poner citas bibliográficas al final, porque no queríamos que sea para nada académico sino sumamente amigable”.
El libro surgió de los sucesivos viajes que realizó Alejandro por América del Sur, y me aclaró que de ningún modo él se considera un fanático del fútbol: “Yo no te miro un partido de la liga argentina ni la Champions League, pero ver la Copa Libertadores para mí es como un viaje sin esfuerzo. Me permite viajar, yo veo en la copa un componente geográfico muy marcado”. Desde el fútbol abordar lo complejo del contenido que tiene la Copa Libertadores: “Si tengo que definirla en una palabra, la Copa libertadores es viaje, también es geografía y diversidad, pero principalmente viaje”.
En los planes de Alejandro estaba la idea de escribir, como cualquier estudiante de letras. El camino andado quiso que la excusa para inaugurar su primera obra editada sea un material ligado al fútbol. Esto tuvo origen gracias a algunos chispazos concretos: “Hay varios momentos que recuerdo; A principios de 2007, en uno de mis viajes por América, en un taxi en La Paz, yo me encontraba volviendo de Bolivia justo cuando Boca debutaba contra Bolívar, en la copa que luego ganaría. También me acuerdo que en ese mismo viaje estaba caminando por la ciudad de Sucre, y entré al Estadio Patria, y recordé algo de la geografía del lugar que ya había visto por TV, y una tercera también en Bolivia, en Sorata, entré a comprar algo a un negocio y me acuerdo que tenían el televisor en el canal FOX SPORTS donde jugaban Real Potosí y San Pablo. La estética moderna de FOX, en ese lugar completamente diferente me llamó la atención”.
Como podemos ver, el libro no habla de las grandes hazañas de la Copa Libertadores, sino que ubica 9 historias particulares de la copa, con hechos históricos sumamente importantes como pueden ser la Cumbre de Guayaquil entre San Martín y Bolívar, La fundación de Buenos Aires o la conquista de los caminos del Inca por los españoles. Historia con mayúscula e historias de la Copa libertadores, comparten de igual a igual la extensión del libro: “El contenido histórico ocupa el 50% y es muy importante. Básicamente lo que hace el libro es contar un hecho de la copa libertadores y al mismo tiempo cuenta un hecho histórico referido a la libertadores”.
La polémica semifinal de Guayaquil, en la que el Barcelona eliminó a River de la copa 1990 es la primera historia que abre el libro, y a la vez, comienza a desandar el autor, el camino de los libertadores, San Martín y Bolívar, que se reunieron en esa misma ciudad 168 años antes, y se enteraron que no tenían mucho en común, y que sus empresas debían seguir por distintos caminos. Luego, comienza a desandar caminos poco iluminados: “El libro de ninguna manera es un recorrido por, sino que justamente tiene toda la periferia de la Copa y la tiene muy marcada. Hay un capítulo que se llama Yacuiba que es un partido de Copa Sudamericana y es lo más periférico de la Copa”.
El cierre tiene un capítulo extraordinario, el suceso inédito del torneo continental. Se llama Madrid, y a ese capítulo pertenece el que Alejandro menciona como uno de los momentos que más recuerda de todos los viajes: “En el capítulo de Madrid, que es el último, ocurre un hecho que me llamó mucho la atención. Veo un tumulto en la calle y me acerco, y estaba la Copa Libertadores apoyada en el asfalto en la calle. En Sudamérica nunca la vas a ver apoyada en el piso, menos aún en la calle literalmente”. El libro es una novedad, abre un abanico muy extenso de historias que se cruzan, pero para nada están forzadas. Alejandro trabaja sobre las historias teniendo en cuenta una palabra que mencionó en varias ocasiones: “Itinerancia”. De esa manera logra que todo lo que pasa en el texto tenga conexión, sentido, y pertenezca a una misma raíz. Yo leí la segunda edición del libro, que está impresa por “blatt y ríos” en 2021, y la novedad principal es que: “Saldrá una tercera edición en Perú, y estamos viendo porque mi intención es que se publique en varios países”.