Casa Bukowski

Multiplataforma Internacional de Literatura, Cine, y Artes

AÑO 5 - 2024

«Hace diez años que empecé a hacer talleres de escritura, y un día Santiago dijo que iba a hacer un concurso de tres semanas y cada uno iba a tener que escribir 3mil caracteres por día mínimo»

Por Nicolás Diana

Mundial de escritura: Una experiencia de taller literario maximizada

Es a simple vista un concurso literario en el que se puede ganar un premio de 5mil dólares, sin embargo, el objetivo principal es otro. Quienes participan lo hacen fundamentalmente para desarrollar los hábitos que propone el juego; trabajo en equipo y perseverancia. Desde la ciudad de Rosario en Argentina, y para todo el mundo, el evento reúne a miles de escritores y escritoras de diversos estilos y experiencias. Charlamos con Luciana Cáncer, la bonaerense autora del libro «Un lugar guardado para algo», quien lleva adelante junto a otras personas este proyecto que creó el escritor Santiago Llach.

Luciana está en el mundial desde los comienzos, cuando era una simple actividad de taller literario, propuesta para exigir a los escritores la cuota necesaria de escritura diaria, para que ya no caigan a la mesa con las manos vacías porque “no tuvieron tiempo de escribir”.

   Los talleres de escritura y lectura son un espacio de intercambio en donde se forman grupos de personas que comparten una forma de vida, y donde muchos aprenden a escribir, a leer, y sobre todo, a escuchar. Con el último escalón de la revolución informática los talleres se multiplicaron brindando alternativas para aquellos que no se animaban a asistir a una mesa redonda o tenían complicaciones para viajar.

  Esta historia cuenta sobre un taller literario que se hizo gigante, y que hoy se titula “mundial de escritura”. Luciana conoce la génesis de esta competencia: “Yo hace diez años que empecé a hacer talleres de escritura, y un día Santiago dijo que iba a hacer un concurso de tres semanas y cada uno iba a tener que escribir 3mil caracteres por día mínimo (…) El creador es Santiago Llach, él es maestro de escritores, y ésta es una idea que vino de él”. Ese camino lento y firme a través de talleres de lectura y escritura, fue el que la ayudó a encontrar una voz en particular, con la cual contar su propia historia, un relato de autoficción en el cual narra su historia de lucha contra la anorexia: Un lugar guardado para algo, Penguin Random House.

   Luciana recuerda los inicios del mundial, las primeras experiencias y cómo se convirtió en un torneo tan amplio: “Primero se llamaba “Championat” cuando era interno entre los equipos de Santiago y después pasó a llamarse mundial”. Es decir, que entre los diversos grupos de talleres de Santiago Llach, se jugaban competencias colectivas. Esto ya demuestra el nivel de iniciativa y complejidad del moderador de los talleres. El escritor que comanda ese grupo literario deja de ser part-time y se convierte en una persona que revisa cientos de trabajos, que desarrolla una conexión entre sus diversos grupos.

  Para Luciana, como escritora que participa desde un comienzo, y a quien hoy le toca estar en el grupo que lleva adelante una competencia para miles de escritores, este evento es muy significativo: “Entiendo que como nosotros lo planteamos como un concurso y ofrecemos premios, porque queremos que crezca y se vaya a todo el mundo, suena a competencia, pero para mí, porque lo vi nacer y trabajo en esto, mi fe más grande es generar una fiebre en la que están 100 personas o 10 000 o 20 000 escribiendo a la par sobre un mismo tema”.

Fuerza colectiva, multitudes ejercitando la palabra escrita desde Rosario a Buenos Aires, desde el Atlántico al Pacífico y más allá. El asunto es que cada 24 hs hay una consigna nueva a la cual responder: “La potencia que tiene el mundial es primero el equipo; valorar el trabajo de escritura colectiva. Segundo depurar todos los vicios, porque cuando estás obligado a escribir sale algo siempre” (…)“El mundial incentiva lo lúdico, y a la vez esta cosa del trabajo, decir bueno esto lo tengo que hacer”.

   Si hablamos de “lo tengo que hacer”, ingresamos a un terreno filosófico, por eso Luciana aclara un aspecto en la vida de un escritor, que considera como imprescindible: “Para mí la disciplina es fundamental, el manantial no existe, si vos no ejercitas, esos momentos de inspiración no suceden” (…) “siempre requiere de trabajo, el talento se consigue ejercitando”. Cuánto de talento y cuánto de trabajo. Cuánto de disciplina. Lo cierto es que muchas veces la rutina diaria se lleva por delante las pasiones literarias o de cualquier otro arte. Este mundial plantea una batalla contra el tedio, un entrenamiento para combatir esa falta de ganas, de tiempo. En el mundial no queda otra que ganarle tiempo al sueño, o escribir mientras uno se duerme con el teléfono o la computadora en las manos. Hay que escribir. Todos los días 3mil caracteres, o no querrás perjudicar a tu grupo, no?.

   La escritura es un acto solitario, lo suelen decir muchos escritores. Está un poco construido el estereotipo del hombre en la oscuridad con la pluma. Luciana plantea romper con ese mito ya que la experiencia de los grupos de escritura le ha demostrado otra cosa: “Esa cosa del escritor solitario en el altillo para mí no existe”.

  Es muy cierto que el acto particular y definitivo de llevar las palabras a la hoja es solitario, pero lo colectivo nos forma, nos construye, y además nos propone el contexto a nuestras palabras. Por eso, quienes participan en talleres valoran mucho la escritura colectiva: “Como asistente de talleres me pasa que me sirve lo que me dicen a mí, pero más me enriquece lo que le dicen a otros. Y más me fortalece ir convirtiéndome yo en una persona capaz de hacer una devolución sobre la escritura de los otros”. Y no solo en cuanto a la escritura, los talleres son excelentes espacios para enriquecer la lectura: “En el taller hay personas también formándose como lectores. Yo no leía de la misma manera antes de empezar a hacer talleres que ahora después de hacer 10 años de taller”.

Por último, conocer un poco esa etapa de edición, tan fundamental en el proceso de escritura y publicación. En el mundial se fomenta la instancia de edición ya que el texto elegido por el grupo para competir debe ser editado: “La instancia de edición está pensada para entrar al texto y mejorarlo. Primero sale lo crudo y después vas aprendiendo a editar”.

Escribir, escribir y escribir. No hay otra. Y para cuando procrastinamos demasiado, un empujoncito imperativo: Hoy tengo que escribir los 3mil caracteres para el mundial!

fotografías : Leo Vaca

Comentarios

Suscribir
Notificar de
guest
0 Comments
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
Casa Bukowski
Abrir chat
1
Comunícate con Casa Bukowski
Casa Bukowkski
Hola, ¿Tienes algún comentario o sugerencia?