José Vásquez Dulce: «Me sirve de nada ser tu fantasía»

Soy tus fantasías vacías en medio de la nada 

Mi alma ya no es parte de la infusión del té de limón 

menos del café de las mañanas.

Mi alma oscura se quedó sumergida al fondo de la taza 

Soy tu colilla pisada y el humo difuso en cada pitada de tus memorias, 

Te respiro y siento menta de tu boca

Pero soy tu piel y transpiro tu existencia 

Tampoco me sirve de nada ser tu fantasma  

si durante la noche no sueñas conmigo y peor aún no tienes pesadillas sexuales.

Mi cama está vacía, tu presencia es producto de mi divagación nocturna.

Asesino dulce y victima pecadora

El veneno en su vaso yo con la cara de niño inocente,

brindándole un trago algo extraño, todo por el pecado,

por algo que solo yo fui afectado pero no quisiera recordarlo,

veo sus labios en contacto con el frio borde del vaso, su garganta tomando un sorbo del líquido dulce y amargo cual néctar,

dando suspiros indefensos del veneno intoxicando su cuerpo.

No hay paso atrás, para anular el plan siniestro,

porque las heridas del tiempo nadie curara su corazón está sin palpitar

y yo cual sombra huyendo del lugar en que la víctima con pecados descansa en paz.

Te seguiré esperando 

con el regalo que no pude darte.

Otro fin de año llego, 

pero es inútil, no revivirás 

doce años te he llorado 

no sé cómo cerrar ese capítulo de tu ausencia

pero debo continuar.

Gracias por demostrarme 

que toda la gente es maldita 

que no cumplen sus promesas

y que la gente buena desaparece 

sin dejar rastro.