ALAN MUÑOZ – LA PATRIA ES LA MEMORIA
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Busco un poema
como quién busca
una canción en el checklist
en medio del espejismo
de la noche penquista.
La ciudad se prende
y al redoble de tambores
todos somos uno
en la miseria de la subversión
bajo las grandes tulipas.
Caminamos de memoria las rendijas.
En una mano la célula de la vida
en la otra, el cáliz de la muerte,
a la vez que tomamos
nuestra frágil humanidad
del brazo, quiebro el vaso
Te digo, quiebro el verso,
Que escribir sobre la arena es igual
que escribir en servilletas.
El mar se parece a un bar-
(CO ²) en la costanera de un cigarro
Beber el agua salada
de una lágrima
se parece a flotar a la deriva de una pena,
como un hielo milenario
que se extingue para siempre
en un vaso de Güisqui.
Las mesas oblongas
son pruebas de tiro del artista
Cuando se juntan dos grandes ideas,
como egos,
ocurre una reacción en cadena,
salen a mirar los dragones desde sus casas
para desarmar los gritos
que han quedado grabados en las paredes.
Los bomberos sofocan
incendios de infidelidades en los moteles.
Los policías guardan
el estado de sitio de sí mismos.
Y nosotras las mortales
jugamos con el amor no convencional,
Porque caída la noche
se estrena de nuevo
la gran obra del circo del Mundo.
Te digo a ultranza que,
cada hombre es su propia pluma
porque su semen
es la tinta invisible
de sus pinceles muertos,
como los espías británicos
en la Segunda Guerra Mundial
chorreando los bastidores de petricor,
así recordamos que somos tan solo
una mancha seca
en los salones del Tercer Reich
una raya en el agua
hedor de cuerpos húmedos
después de la primera lluvia
polvo y silencio
en mi boca.
Porque el que descifre
el código detrás de la metáfora
verá el cielo abrirse ante sus ojos.
el día claro
será para agrietar un nuevo abismo
Un nuevo mártir
al gran rio
que va al mar.
TRACTATUS DE FASCINATIONE: LIBRO DEL OJO
¿Más si se enferma el ojo qué he de hacer?
¿Qué haremos si han hecho mal de ojo al ojo?
Vicente Huidobro
Diosojo,
Pon tu humano
Pon ojo lector diestro
en esta radiografía del tú
en el sentido de la envidia
Pon esta cerradura incunable
Que sacudirá este deseo de
ver y oír tras las paredes
Porque este cerrojo
arderá porque
estamos
embriagados
de convicciones
en la imagen donde
fluyen los trozos de luz
y sombra en esa búsqueda
inacabable de temporalidades
de inmortalidades y de determinismo
En plenas vísperas del nacimiento a la
Iluminación, presentamos este Ojo Lector
de las entrelineas como la máquina más aguda
y perversa de la imaginación. Cedo la llave textual,
el método será el conjuro para la ceremonia de la luz:
Vox Populi:
En la entrepierna entre paréntesis se lee entre líneas que:
(LA HERIDA ES UN CONTINENTE DE HORROR,
LA COSTRA, UN MENSAJE DE MUERTE.)
Vox Dei:
ENTRE = ¡Adelante!
MI DESFACHATADA ALMA
Querida Sofía:
Dejo sobre tu velador, esta carta
antes de irme de tu cama en medio de la noche
de la eternidad,
para dar salvación a mi alma
para que no arda en el infierno sino aquí
Porque al final de este tiempo conmigo
sabrás cuál es la pesadilla que me persigue:
Nadie más en este mundo
comparte conmigo esta revelación
y ahora tú tendrás entre tus manos
esta caja de Pandora que explotará
cuando la leas:
Tal vez ahora, y como siempre, de los poetas
sabrás que me adentro entre sus grietas
en lo alto del Olimpo para hurgar
en el cielo brumoso de su inmortalidad
El poeta es sospechoso,
vive como uno de nosotros
sobre sus heces/ sobre sus “eses”
sobre sus ruinas que son sus poemas,
por ende, vive un permanente desamparo poético,
no obstante, optimista aún porque
sabe, de artificio, que es el guardián del mito:
Descubro con asombro
un cenáculo de la Poesía Secreta
en la que diviso una fonola y un tocadiscos
percibo la voz de Marlene Dietrich cantando
la Odisea de Homero en alemán
y en medio de una profunda gresca,
entre el alboroto de sus maromas pasionales,
escucho discutir a los poetas muertos:
Displicente, Francis Jammes, fabula que,
para lo único que sirven las mujeres
es para hacer la cama en las mañanas
y deshacerla de noche,
En verdad -contesta Baudelaire-
que a un poeta le convienen adolescentes o prostitutas
–Es que un poeta ensaya vivir como hombre
común y corriente– alega Jorge Teillier
Entonces, Parra, el Nicanor, concluye a todos
en sentencia mortal:
-Nombremos a las muertas
para no pasarle avisos a las vivas
porque a mí las vivas
no me pasan avisos–
Lo que signifique esta verbigracia
guárdala en tu pecho
como un capullo,
recuerda, solo tú y
nadie más en este mundo
comparte conmigo esta revelación.
A CONTRAPELO
Un niño juega a las canicas
Por un patio seco con esquirlas,
Arrastra sus rodillas
sangrantes sobre la tierra
Bajo la tierra hace surcos
trincheras para depositar
sus inocentes secretos en ellas
Lleva el juego muy lejos
Porque hace fosas comunes para aquellas
bolas de cristal que le muestran el futuro
En el fondo de este patio
El infierno no lleva el nombre de su fantasía
En su tabla periódica
No está el nombre de los fusilados
De cada casquillo que cae de una boca
Nace una serpiente con lenguas muertas
Porque este demonio obsesivo persiste
De robar de su mano cada esfera
De invitarlo a silabear una y otra vez
la nota alta de la guillotina de la depresión
No es rogar por mi alma
cruzar los límites de la cordura
al advertirle
Que en este patio maldito
Fumó su último cigarrillo
Un rebelde
Sino ver a ese niño que
A CONTRAPELO
Dispara un poema contra la muerte.
LA PATRIA ES LA MEMORIA
Las puertas se abrieron para el amor
Pero cuando duraron abiertas
se franqueó una idea:
Qué será de Chile cuando te deje;
Se caerá a pedazos mi grano de arena
sobre la tumba del planeta.
Dime amor, con quién comentarás este libro,
Hijo del árbol del deseo,
que te convocaba a leerlo con insana malicia
desde el amanecer
hasta la honda noche de los artificios.
El libro que observaba con curiosidad
nuestros desvelos desde el velador
¿Con quién descubrirás ese verso saeta
que sutilmente humedecía las sábanas
en la bragadura?,
El libro con quién podías enjuagar débilmente tu mano
a horcajadas
El libro que rompía por fin la represa
si al hurgar su punto exacto
daba con la clave dimensional del abismo.
Chile morirá de entropía
al imaginar un mañana
ahora que me aferro a ti
sobre este código de agua;
Porque tú eres el templo
y yo, el mensaje,
eso que siempre estuvo antes de mí,
seguirá después de mí.
Lo único que queda es el recuerdo
y una extraña sensación
de haber vivido solo un poco
las puertas se cierran porque fue colmado
el cuerpo del delito
yace en la tumba del territorio.
LOS ODIOSOS ADIOSES DE LOS DIOSES
El dios ebrio abre la obra del hombre
Ese dios que crepita en el vacío del pecho
No sé si fue Onetti o Gabriela Mistral
donde ardieron las palabras
de una inanición insondable
porque el idioma es una gran nube
que asecha
Una vez dijiste “No vengo a contarte cuentos”
que sólo había dos mortales en tu vida
que merecían tu admiración, Julio Cortázar y yo,
Te creí porque éramos niños
Con eso mataste el hambre del hombre
y dejé de creer en el misterio
Cuando los símbolos se revelaron
los poetas callaron su condición de divinidad
Desde ese momento
no velo poetas en sus tumbas
ni administro sus ceniceros
No encierro gatos en la buhardilla
ni mezclo azufre
para que ocurra una conjunción de estrellas
Me den la venia esas sabandijas
para que camine en una alfombra rota
Desde ese momento
no guardo re/sentimientos
La tortura que me inflige el destino
no hace mella en mí
Es la bondad humana de abordar
la histeria como una ceremonia iniciática
por sobrevivencia olvido el origen del dolo
Volver a reconocer
la conciencia imperfecta en cada acto
La crueldad es tan efímera como un beso.
No guardo re/sentimiento
Olvido rápido
Una tarea, un aprendizaje
En mí hay un asombro permanente
al olor de un poema
a la novedad de un lenguaje
Olvido rápido para reaprender el sonido de un verso
Cuando escapo de las palabras quiero volver a ellas
en proporciones áureas
Puesto que un poema no es un poema
si no resiste el culto a la ignorancia
si no lo ha visto el sol de Elqui
bajar por mi garganta deletérea
hasta perderse en su propia sigma
y regresar invicto de la estación de los números.
No guardo re/sentimientos
ni busco dobles intenciones en una mirada
Más preciso de una señal
un símbolo que abra la puerta para entrar a tu universo
y recordar que fuimos uno
en el cosmos.
ALAN MUÑOZ OLIVARES (Talcahuano, Chile, 1977).
Poeta, Psicólogo, con larga experiencia en el contexto poético. Su primer poemario lo publica a los 18 años,
RE-VERSOS (Ediciones Etcétera, 1995), OTRAS IN-VERSIONES (Ediciones Dessidia, 1997),
CANCER O LA INMORTALIDAD DEL CANGREJO (N.A.D.A. Ediciones, 1999), TREE-D ÁRBOL
MUERTO (Ediciones Askasis, 2015). Aparece en diversas revistas y antologías del medio literario. Ha
fundado: el Grupo DESSIDIA, CATORCECOMAUNO y N.A.D.A. Ediciones; Miembro fundador y
gestor el Colectivo de Poetas Penquistas COCTEL LIRICO. Al presente lidera el proyecto poético
ANTROS EDICIONES. Ha obtenido diversos reconocimientos. Actualmente es beneficiario de un
proyecto de creación por su libro en desarrollo C0D3X P4C1F1CV5 (cómo vivir, amar y morir en
Chile) con respaldo del Fondo del Libro y la Lectura 2020 del Ministerio de las Artes, Culturas y el
Patrimonio de Chile.