ALEISA RIBALTA – LAMIÁCEA LABIÁCEA
Aleisa Ribalta. (La Habana, 1971).
Nacida en Cuba. Reside en Suecia desde 1998. Es poeta y coordinadora cultural. Ingeniera de profesión, se desempeña como docente de asignaturas demasiado técnicas y no directamente relacionadas a la literatura como: Diseño de Interfaces Gráficas, Diseño Web y Programación de Aplicaciones. Escribe desde muy joven mayormente poesía. Talud(Ekelcuá Ediciones, 2018) es su primer poemario que apareció traducido al catalán recientemente en la edición bilingüe Talús / Talud (bokeh, 2018). Tiene en preparación los volúmenes de poesía Tablero y Cuaderna, bao y regala.
LAMIÁCEA LABIÁCEA
¡De todo! Caletas (altos)
cocoteros palmas (enanas) arecas.
¡Mucho mangle más que nada!
Y por doquier algún que otro
yerbajo duro y difícil de nombrar.
¡Bah!, nunca lo sabremos todo.
¡El reino! ¡Vegetal y tan diverso!
De su jardín, salvia costera,
trajo remedio para amígdalas
y otras entendederas inflamadas
el jardinero Carbón Bombón.
Un Linné a la criolla.
Hum ¡Con esa planta!
Y yo, pensando: de botánica sabrá el
dandi lo que aquel hijo del presbítero
que sabía de todo (o casi todo).
La versión cubensis de Carl von
(¿von?) L., prescribió masticar
durante tres días el amargo
yerbamen. Ipso facto y a pelo,
por curarme, hice caso, molí
todo en trapiche, succioné,
tragué. Y a la tríada de
veinticuatro, canté las maravillas
del mar y todos sus misterios, con
una voz recién estrenada gracias
a la costera variedad de
Spermatophyta fanerógama.
SUTIL EL HILO CASI
Un pez es un deseo que formula tu corazón
(Proverbio chino)
Ah qué escondido dentro de una cueva
bajo altas montañas reposas pez del hilo
dorado invención casi mía de la lejana
provincia de Sichuan. Si antes de que
supieran mis genes del llamado ya eras y
poblabas
el obscuro lugar
cómo es que no me contó nadie de tu noche
sin rumbo ciego de soledad y de silencio
tu angustia de vagar solo
sin
ser vagabundo.
Y dónde fue que supe de tu trance
rebelándote contra la sombra y tu
transparente
piel de seda
invisible decidida a brillar y a conminar la sangre
para crear horizontal hilo tibio de imperceptible
aureola. Nada
ser único
entre la vasta estirpe
intensamente deseado. Temeraria la
búsqueda por entre lo recóndito tras de ti
sutil
el hilo casi.
Sólo para probar que existes fiel pez de
dorada marca transversal de Sichuan lejana
provincia de mis ancestros. Milenario
fantasma diminuto persistiendo en ser por
desde
pese a la bruma
todo el deseo y más latiendo en la oscuridad.
(Poemas pertenecientes a Talud(bokeh, 2018))
Gracias Aleisa Ribalta.
Preciosos los poemas.
José
La noche no quiere venir
para que tu no vengas
ni yo pueda ir… Pero yo irá
aunque un sol de alacranes
me coma la sien
pero tu vendrás con la lengua
quemada de tu oscuridad.
Ni la noche ni el día quieren venir
para que tu vengas y yo quiera ir.
Es parte de un poema de García Lorca.