CAMILA MARCELA MARDONES VERGARA – «TODOS LOS OCÉANOS BUSCAN TU NOMBRE»
Dejé la ciudad a mediodía
y, junto a ella, abandoné a mis ciervos
Al momento de la huida
la tinta, desparramada
ensució la cama en la cual dormían nuestros animales
Todo se cerró sobre sí mismo
las ventanas cerradas
y la luz encendida
Tus ciervos exigen su lugar
en mis costillas
Me siguen por esta ciudad
en la que nunca más fue mediodía
Corro al lago temido
por nuestros animales
Un caballo abandonado en bencina
libra batalla en la orilla
En llamas busca abandonársele a la muerte
El sol suena a balas sobre mis pupilas
Alguien pide ayuda a lo lejos
en un vocablo parecido al mío
Te pienso
y te hablo de guerra
Te hablo de guerra y te hablo de nadar
como si alguna vez hubieses alimentado a un animal
como si lo hubiese alimentado
y huyeses ante la honestidad de su violencia
y de su ternura
Te hablo de guerra y te hablo de nadar
como si alguna vez hubieses
ardido en la orilla junto a un caballo
como si alguna vez hubieses incendiado una casa
como si alguna vez hubieses prendido fuego a algo
Dulce juego
dulce obra
dulce agua
pecera celeste
ojosarriba
agua y saliva
arden las manos
con marginal rudeza
Arden las manos
pecera celeste
ojosabajo
el hastío es un puente
un animal en llamas en el borde
del lenguaje
aquí está mi bestia
nómbrala como tú desees
gatomadre
avedescanso
rataincendio
con poderoso sexo destrucción
fuego
mi animalidad arde con natural rudeza
dulce juego
dulce juego
ay, mis lágrimas
ay, el río
Nací verbo quebrado e insular
pequeña isla corrompida nací
con el vientre pegado al cemento maldito de las ruinas
y en el rostro balas-hielo
como ojos que iluminan el universo terrible
de la canción-agua
Nací árbol donde el cachorro asustado se trepa
nací cachorro que trepa buscando nido
nací nido donde el agua es escasa
es polvo es golondrina herida
Nací escasez ebullición isla
ebullición nací
con el vientre pegado al silencio
Nací isla gravitatoria
nací gravitación que busca cama
-territorio seguro-
nací búsqueda nací búsqueda
nací buscando un vuelo un puerto
algo que poner entre los dientes
En la búsqueda corrompí mi verbo
y en las ruinas y en los ojos
guardé la canción agua
la bala-hielo
Guardé tu canción antártica
entre mis piernas insulares
guardé tu canción antártica
para nuestro baile ritual, en la hipotermia
Para nuestro baile ritual en la hipotermia
guardé la Antártica
toda ella me llevé en las palmas
y ese ruido pobló este andar inescrupuloso
El baile de quienes queremos perder el nombre
el nombre de los caídos en la batalla del agua
el dolor del Pacífico, del Atlántico, del Índico
con ese dolor poblé las latitudes
todas ellas poblé
en un mapa donde siempre perdemos la orilla
pero nos encuentra la búsqueda
nos sorprende el puerto
los dientes se colman de líneas fugitivas
y el escape, entonces, se torna hermoso
Escucha bien:
¿soportas la belleza?
¿soportas la belleza de una isla que escapa?
¿soportas la belleza de una isla que escapa de sí misma?
Nací verbo quebrado e insular
pequeña isla corrompida nací
y en el pecho una caverna
que soporta la violencia del barco perdido
que adora el vidrio que lleva el mensaje
a otra isla
a esta isla
a cualquier isla
Lo que brilla es el mensaje
lo que brilla es el vidrio
lo que arde es el barco estrellándose en la arena
lo que arde es el ruido del barco
estrellándose en la arena
En este pecho-caverna
cabemos todos nadie cabe
nadie entra
Todos somos la caverna
Nací árbol donde cuelgan zapatos impares
nací mata donde se pare lo perverso
nací invierno en Santiago de Chile
nací madre a los treinta años
nací hermana expatriada
nací manos heridas
nací reloj de arena
y en su tic-tac indescifrable
todos los océanos buscan tu nombre
tu nombre para descifrar el andar entre medusas
tu grito originario para la caverna-pecho
Nací verbo duende escafandra
grito resurrección y recreo
mapa desdoblándose al son del baile de la muerte
niño pequeño envuelto en máscara de fantasma
niña pequeña escondida entre las malezas
Nací puerto
nací puerto
maderita rota nací
y te regalo este viaje
te regalo este viaje
este sonido ridículo
este poema que habla de zapatos impares
y nada más
de nada más te hablo
porque nada más me fue dado


Camila Marcela Mardones Vergara (1991) es profesora de Historia y Geografía, Licenciada en
Educación y Diplomada en Gestión del Patrimonio Cultural. Magíster en Literatura Española y
Latinoamericana de la Universidad de Buenos Aires.
Entre sus reconocimientos literarios se encuentran: Mención especial del jurado en concurso “Poetas de
Habla Hispana”, España (2015), Primer lugar modalidad poesía en IV Concurso Internacional de Poesía y
Cuento “El Parnaso del Nuevo Mundo”, Perú (2014-2015), Primer Lugar en el 2º concurso de creación
literaria Balmaceda Arte Joven (2010), Único premio joven en el concurso nacional de literatura “Premio
Lagar, Gabriela Mistral” (2009).
Su trabajo poético ha sido publicado en las antologías “Mujeres en tiempos de esperanza, crisis y
pandemia”, Biblioteca del Congreso Nacional, Chile (2021), “Aislados: Dosis de poesía para tiempos
inciertos”, Dendro Ediciones, Perú (2020), “Palabras escondidas” homenaje a Stella Díaz Varín, Ediciones
Punto G, Chile (2016), “Contrasilencio”, Ediciones Balmaceda Arte Joven, Chile (2010), “Anda libre en el
surco”, Sociedad de Creación y Acciones Literarias Región de Coquimbo, Chile (2009). En las revistas
impresas “Papeles de la mancuspia”, Cuba y México (2014), “Jóvenes Olvido”, Valparaíso (2010), además
de numerosos sitios web. En cuanto a crítica literaria, publicó en “Surales: Ejercicios de crítica literaria en
Puerto Montt”, Ediciones Balmaceda Arte Joven, Chile (2016).
“Cautiverio” es su primer libro publicado. Primera edición por Balmaceda Arte Joven, Chile, 2015. Segunda
edición por Artexto y Capuchas, Argentina, 2017. Actualmente prepara su próximo libro, titulado “Cuando
habitemos el agua”.
Instagram / kameliacautiva
Sos una genia Cami!!!
Maravilloso. Lo mejor de la poesía chilena contemporánea.