DIEGO ROJAS ARIAS – MOTEL
DIEGO ROJAS ARIAS. – Ecuador, 1986. Ha publicado en poesía Amor Escupido (co edición independiente, Portoviejo, Ecuador, 2013) La poesía con sangre entra (Marfuz editorial, Manta, Ecuador, 2015) Con todos los diablos encima (Andesgraund, Santiago, Chile, 2017) El paraíso de los nadie (CuerpodeVoces, Manta, Ecuador, 2020) Con todos los diablos encima (segunda edición, Daimon editorial, Córdoba, Argentina, 2021) Algunos de poemas han sido traducidos al francés e italiano.
MOTEL
la desnudez derramada de una puta
es toda la mar tendida sobre esta cama miserable
en este lecho embarrado de tantos orgasmos fingidos
baratos
inútiles
me he inyectado tantas lunas en la espera
escarbando la euforia
en tantas pieles alquiladas
en la carne promiscua que he comprado
en la inmensa tercena de la noche
la ventana besándose con el aire oscuro
que el semen ilumina
sabor de cigarrillo en la garganta
polvo de muerto en la nariz
la calle es un mercado dónde se venden ángeles
y musas coloradas
divas de suburbio
reinas de ultrabar
¿y esta manía nuestra
de regalarle cenizas al desvelo?
con una botella rota el cortado el cuello del amanecer
FUMADERO BLUES
buscando en la crónica roja
del periódico de hoy
la noticia del violento asesinato
de un amigo mío
me topo con el anuncio de un estreno cinematográfico
al que ya no asistiremos
porque lo nuestro sencillamente se acabó
supongo que yo también necesito un balazo
que me devuelva al mundo real
meterme por la nariz toda la Línea Equinoccial
y construir una nueva patria libre
sobre tus senos desnudos
quiero decir que lo sublime siempre es chueco
¿por qué siempre nos mata más
lo que no pudo ser
que lo que realmente fue?
pero la vida en los periódicos
tampoco significa nada
asunto de los que nos graduamos en vicios
y pobreza:
mi padre sacrificó tanto para que yo no terminara igual que él
y sí que lo cumplió:
terminé peor
da igual si no me entienden
solo es la escritura que fluye
como la sangre de la cabeza rota
en una pelea de bar
VIRGENES ALADAS CON CORAZONES DE PLOMO
Para Andrea Rojas Vásquez
el amor es el perro de Dios
que dejó atado en el patio trasero de la eternidad
y que se olvidó de alimentarlo
y de llevarle algo para beber
y que agoniza
y que duele
como esta agua herida por el viento
de vuelta esta lluvia sin sentido alguno
lluvia que se fuga conmigo
al país de los desentendidos
la mañana con sus ojos desnudos
y el frío de lo impronunciable
abandonado y enfermo
he tocado fondo
¿o es el fondo el que me ha tocado a mí?
la entretenida colección de insultos
proferidos por mi familia
por pasar de los treinta
y seguir perdiendo el tiempo
con la estúpida literatura
mis enemigos que se regocijan con mis caídas
pero nada puede doblegarme
un hombre podrá ser destruido
pero jamás derrotado
(bacansote Hemingway
gracias por el huracán que vive en mí)
tener que coserte a ti mismo
pero llevar las manos siempre atadas
no vale la pena nacer para otra cosa
toda esta basura desparramada sobre el pavimento
como el mejor invento de la humanidad
mi destripada alma
los pedazos de mi hígado que vomité
durante mi última borrachera
cómo mis únicas herencias
en vez de ser agradecido con la vida
por no haber terminado muerto o encarcelado
como tantos de los que bebían
y que se drogaban conmigo
sino que dedicarme a hacer todo lo contrario
abusar de mi suerte
cómo quien abusa de la mujer
que bajo los efectos de la escopolamina
débil como el relámpago enamorado del silencio
da lo mismo esta música que se ahorca
con la cuerda de la guitarra
con la que no conquisté a nadie nunca
esta nostalgia que duerme
que difícil escribir sobre estos papeles ciegos
que hartazgo
que obnubilación
que bella costa del espanto
de vuelta esta lluvia sin sentido alguno
que en casi nada se diferencia
con este pedazo de cristal tembloroso
cuando yo sea grande
quiero ser como ese hombre
que mató a su amigo imaginario
y que después se entregó a la policía
DENTRO DE ESTE POEMA VENDEN DROGAS CABALÍSTICAS
dicen que Patti Smith estaba enamorada de Rimbaud y que aun cuando vinieron a nacer en siglos
diferentes su amor fue mucho más que un ridículo acto poético: lloró durante semanas cuando
aquellos malnacidos le destrozaron su libro de poemas del primer niño del punk que siempre
llevaba consigo mientras trabajaba en aquella fábrica en su adolescencia de 1964
cuentan que Li Po murió ahogado cuando borracho intento abrazar la luna apoyado en la frágil rama
de un árbol y que el río fue este texto fugitivo de los tiempos y las cosas (de confirmarse este hecho
en particular cualquier ser humano podría entender que es lo que quiso decir Roy Sigüenza cuando
anotó: escribo como un buscador, no como alguien que escribe – cuando un escritor escribe sabe
que escribe, el que busca no, no sabe- No hay certidumbre ni dioses que la den)
murmuran que Federico García Lorca haciendo el amor con Luis Cernuda eran como esa nebulosa
cuando aún es apenas una larva en el estanque dejado por una lluvia de pasiones incendiarias
yo sin querer una noche me topé con Alicia en el Night Club “Las Maravillas” y estaba tan clara su
piel como el labio de cristal que duerme entre traiciones y su cabello rizado como el sol y su micro
vestido de cuero negro
pero ya lejos de toda suposición y sospecha con todo este barro con el que se tejen las palabras
desnudaría la sangre de esa mujer que ha de estar esperándome en ese lecho de sal y tinieblas
impuesto en el corazón meado por el día venidero
les juro que no dudaría en fumarme todas las grietas del asfalto
Exelente escritor y poeta Pasajeño – Ecuatoriano