EDUARDO ALVARADO – ABEJONES DE MAYO
Al final
Al final de este cigarro,
habré perdido el sabor de tus labios;
por compañía tendré a mis demonios
y el olor que dejaste en la almohada
será la remembranza de cada error cometido.
Al final de este trago,
en una mano tendré un vaso vacío y en la otra
el cuerpo de un pájaro que murió frente a mí;
si tan solo lo hubieras escuchado cantar
tal vez no huirías de esta casa carente de ventanas.
Al final de esta noche,
recordare el Alzheimer de mi tía
y todas las historias que fueron contadas
en habitaciones donde ella creía estar sola,
en calles donde buscaba la infancia que el tiempo le arrebató,
y en las letras que escribo para no olvidarla.
Al final de esta vida,
solo tendré el recuerdo de ver a la música tomar forma de mujer…
y gritar
con furia,
y cantar
con locura,
y follare con la muerte
hasta poder ver nacer el poema que mis dedos siguen buscando en esta casa sin puertas
a la que llamo memoria.
Abejones de mayo
Los abejones chocan con las paredes
caen de espaldas
y los declaro muertos,
pero no tengo para pagar sus obituarios.
Cuando los voy a enterrar ya no están.
Me gustaría pensar que nunca murieron del todo
y me pregunto qué podría hacer con esta pequeña cruz.
Crucifico mis sueños al lado de un café negro sin azúcar
un abejón cae en la taza
e intento hacer un rescate,
-mi día necesita una razón disfrazada de buena voluntad-.
Busco una servilleta,
pero olvido que el abejón no ocupó de mí
y lo veo volar hacia la nada…
a mí solo me queda un dulce sabor en el café.
Empiezo a creer que los abejones no han llegado,
que son mis pensamientos los que pegan contra la pared;
y es a mí a quienes los gatos despedazan,
me desprenden la poesía,
luego los sueños…
la fe.
Muero de espaldas viendo el Sol,
pero Dios perdió el interés
y apago la luz.
Inmóvil, espero poder volar fuera de la taza;
sin embargo, todavía no es mayo
y seguimos dando vueltas
esperando volver a tener las alas que nos imaginamos.
Hijos del caos
Decidimos saltar al mañana sin plan alguno,
pues fue la única manera de hacerlo
y permanecer honestos.
Eduardo Alvarado (2 de julio de 1988, San José, Costa Rica). Cursó la carrera de Ciencias Políticas en la Universidad de Costa Rica y Periodismo en la Universidad San Judas Tadeo. Publicó en el medio digital Contexto durante el 2016. Cofundó el taller literario Glamour prefabricado en el 2018. Autopublicó el fanzine poético “La casa” en el 2018. Se unió a Otro Taller Literario en abril del 2021.
Increíble 💥