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AÑO 4 - 2023

FRANCELY SAHARIT NAVARRO HERNÁNDEZ – ETERNA

Francely Saharith Navarro Hernández. Managua Nicaragua, 1994. Lic. en Filología y Comunicación. Con estudios en derechos humanos. Ha sido periodista y editora en diario La Prensa/Periódico Hoy (2016-2019). En 2020 ganó X Certamen Literario Ipso Facto promovido por Editorial EquiZZero con su libro de
cuentos, Historias Dispersas. En 2021 publicó su primer poemario Llanto de Estrellas con Ediciones Kuélap de Lima, Perú. Ese mismo año participó en la Antología del Bicentenario de Centroamérica, de la editorial mexicana Ayame. En 2022 fue seleccionada para ser parte de la antología Los pájaros escuchan
de noche, de Editorial Tácna. Actualmente reside en Managua, es activista y defensora de derechos humanos, trabaja en el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh).

ETERNA

Voy a cerrar la puerta del cuarto por un tiempo,
ahora mi mama ocupa la casa y ya no necesito
ser humana. Fin.

Aquí seré escamas de pescado esparcidas por el suelo,
una manta de algodón olorosa a formalina,
una telaraña en la pared o una sombra de conejo,
seré polvillo, gotera, una canasta de ropa blanca
con olor a moho, seré cualquier cosa en este espacio pequeño,
donde no alcanzan más de cero y menos que nada.

Y desde la ventana, si es que me quedan ojos
después de un siglo, podré verla tomando
las riendas de mis muertes, regando mis destinos,
cocinando siempre lo mismo por si decido salir
a cortar estrellas, por si todas mis partes se unen
para salvarme.

Ella sabe que no nací ni envejecí bien,
que al final me oculté de los niños y sus preguntas,
niños crueles que roban soledades, que después de
enterrar al último perro, busqué acuarios a la vuelta
de la esquina y jamás aparecieron…
que huí de las palabras y las reuniones,
despejando cementerios e iglesias de mi presencia,
cada vez más, cada vez más conflictiva y más rugosa,
malvivida…

Ya la puerta está cerrada, aquí está ella,
desde ahora ocupa la casa que soy,
como si yo no fuera un monstruo.

GRITO EN SOL

Uno puede estar destinado a llorar desde antes que salga el sol.
Eso es ley.

Los ojos se abren a las tres, cuatro de la madrugada y se siente el puño de la
nada sobre el rostro.

Todo está mal.

Hacer o no hacer no importa, el final de la historia son puertas, ladrillos y armarios
en desorden que reciben las patadas.

Luego, en medio del ataque de pánico, hay que comer,
tragar sin masticar la comida, tragarse el llanto, las palabras,
la vergüenza, tragarse uno mismo y agradecer…

                                       echarse la culpa de todo, mirarse las uñas mordidas y correr a
lavar los platos, porque es lo único que quizás salve la mañana, pero no hay
salvación…
                              pasa rozando un recuerdo, nadie creyó que haría tanto mal, con
sus nuevos harapos de casa en llamas.

Voy a dormir de nuevo, tal vez me muero.

CONTRALUZ

Después del amor suenan las piedras
y el río corre anunciando una verdad:
no perdura el sueño, ni la noche,
los pies se bifurcan y jamás vuelven a enredarse como al principio…
cuando las serpientes acariciaron los caireles del caos,
que no fue más que la vida jugosa en su miseria, abierta hacia un destino aguado
que termina con noches a solas y un poema sin sentido.

Acaba la música irritante de los espacios soñados,
el más allá de una casita erigida con promesas,
los vasos y los platos que cargarían las mentiras después de una tarde en
abandono, multiplicando las fuerzas para morir por horas frente a la calle que no
recuerda a sus errantes.

Así viene y va el futuro, orquestado por la ira propia, pendiente de los saltos,
porque siempre está el deseo
de hacer nuevas todas las cosas.

EL FIN

Aquí vas a venir mientras te vas,
y nos vamos todos…
en vano se tendieron las promesas,
y la cama se hizo grande
para cargar astros,
abortados por la boca.
La última noche, la más corta
y pedregosa de nuestras vidas,
apareció Jesús con sus cantaletas hermosas
y te miré abatido, observando
los orificios en sus manos…
en vano este señor nos quiso tanto,
si ya te vas y nos vamos todos,
peregrinos en la tierra,
donde solo quedó la idea de no morir
y beber agua y buscar los trozos
de luna para recordarnos humanos.

DESPIERTA

Aquí vas a venir mientras te vas,
y nos vamos todos…
en vano se tendieron las promesas,
y la cama se hizo grande
para cargar astros,
abortados por la boca.
La última noche, la más corta
y pedregosa de nuestras vidas,
apareció Jesús con sus cantaletas hermosas
y te miré abatido, observando
los orificios en sus manos…
en vano este señor nos quiso tanto,
si ya te vas y nos vamos todos,
peregrinos en la tierra,
donde solo quedó la idea de no morir
y beber agua y buscar los trozos
de luna para recordarnos humanos.

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