GABRIELA B. IRIZARRY – LA SIRENA

La sirena

Mi magia, se concreta en taconazos
que voy sonsoneteando por el asfalto
como mi pasarela personal.

Mis ojos, faroles que emiten destellos de luz
que guían los barcos perdidos hacia puertos seguros.

Mi cuerpo, te espera tirada sobre la arena
como la orilla que añora un náufrago perdido en el mar.

Ay
y mis curvas,
conjuro de aquellos que buscan calma en la tempestad.

Quién me ve,
así
a lo lejos,

Me ve sirena,
me ve diosa caribeña,
me ve magia.

Pero si te acercas…. ¿Te ahogaras en mí, criatura?
Si me muestro entera sin tacones
sin maquillaje.
Si te admito que al mirarme al espejo

solo encuentro reclamos de la mujer que no logro ser.
Si te digo que intenté arrancarme la cola para caminar entre los hombres.
¿Qué harías cuando mi cantico de sirena se transforma en llanto
reclamando todas las ausencias que se atosigan en la garganta?
¿Que harías si supieras que algunos días no soy nereida,
si no el pez atrapado en la red?

¿Aún pensarías que soy magia?

¿Quién grita?

¿De dónde viene esa vos que grita precaución?

Quien es esa que grita.
¡Cuidado!
En cada atención
encuentro
afecto

¿Seré yo?
La de antes,
la primera,
cuando escuché te amo
por primera vez,
mientras me acariciaba
con la misma mano
que me golpeaba.

Recuerdo pensar,

“está rojo”
como levantadito.

Mirándolo,
recordaba las pinturas que hacía en la escuelita
cuando nos pintamos la mano de colores
para plasmar con exactitud.
Cada dedito
en el papel.
Recuerdo preguntarme,
mientras evaluaba el canvas.
Como si estuviera midiendo algo
casi queriendo calcular las dimensiones del dolor justificado.
Pensaba
“me pudo haber dado más fuerte”.

Hoy me sigo preguntando esto en cada encuentro.
En cada dique amor
me cuestiono
“¿Me dio duro?”
A veces caigo en el razonamiento primero,
ah,
me duele,
debe ser que me ama.

Un bolero

Hace unos meses bailaba un bolero con un tipo en una barra.
Mientras bailaba aquella canción,
me imaginé todas las mujeres antes de mí,
bailando este mismo bolero,
en la misma manera,
en otro momento histórico…

Repitiendo la misma historia
de un cabrón macharrán
que no la valora,
pero ella decide a acompañar.

Un trago se añade al movimiento,
nos besamos
y en ese momento me sentí conectada a todas esas mujeres antes de mi.

Y que probablemente bailaron esa misma canción,
quizás en esa misma barra,
con algún otro hombre.

La misma historia jodida que se sigue repitiendo bajo la premisa del enamoramiento.

El engaño

Me mentí,
me dije que la intimidad se da en la cama,
que lo erótico es una penetración lenta y silente.

Me mintieron.
me dijeron que soy una flor delicada,
que cuando gimo es por ti.
Me convencí de que el amor tenía forma de besos con sabor a tabaco.
Un te quiero en medio de un baile apretujado en alguna barra.

Pero la vida me enseñó con sus dulces caídas que el amor no es color rojo
ni huele a chocolate.

Aún preservo algo de aquella mujer a quién decepcionaste.
Ya no soy esa flor delicada,
pero quizás soy una flor bella, cantando y danzando
al sonsonete de mis deseos y querencias.

Te puedo contar todos mis secretos,
sin pronunciar una sola palabra.
Preservo mi lengua que acaricia tejidos epiteliales
narrando historias de fantasía.
Y te digo más,
a través de mi cuerpo narro, invento y tergiverso universos y realidades.
Ven, y yo voy, y me vengo contigo.

Espejismo

Vacié mi jarra hacia el abismo,
Una vez sin agua
Fui en busca del oasis
Una vez allí

Tomando
Desperté de un espejismo
Con la boca llena de arena.