Casa Bukowski

Multiplataforma Internacional de Literatura, Cine, y Artes

AÑO 4 - 2023

GIOVANNI MANGIANTE – LA VIEJA CARNICERÍA

¡Compartir!

Fragmento de la Infancia #2 (Publicado en FEARLESS)

 

Haber sido un niño flacucho con defectos de nacimiento,

y no un púgil, trajo a mi desde el nido todo tipo de matones.

Me agobiaron con apodos, insultos, robaron mi comida,

y me excluyeron de sus equipos. Así es como crecí.

 

Mis padres fueron a la escuela a dejar sus quejas,

hablaron con profesores, con otros padres, incluso con la directora.

Nada cambió.

 

El último año del nido descubrí que la única escapatoria

sería lanzarle las manos a las circunstancias

como un hijo de perra al que ya no le queda razón de vivir.

Uno de los matones se me acercó, y los insultos empezaron una vez más.

Lo escuché, aguanté otro empujón, agarré mi lonchera amarilla

y le partí el plástico en la cabeza con un movimiento lateral

que llevaba años creciendo en mí.

 

El matón corrió tras la profesora, llorando.

Yo me quedé al centro del salón mirando al resto.

«¿Qué te sucede? ¡Llamaré a tus padres!»

Gritó la profesora mientras presionaba la cara del matón

contra su gordo abdomen.

 

De alguna forma, yo me había convertido en el malo.

Me había convertido en el malo, y se sentía bien.

 

 

Aquel 2018 (Publicado en Death By Punk)

 

Había perdido mi trabajo,

mi novia,

mi dinero,

y terminé en una sala de emergencias

por abuso de alcohol.

Pero todas las noches

me sentaba a reventar el teclado

como si cada tecla que presionara

y cada palabra que escribiese

tuviesen el poder

de traerlo todo de vuelta

otra vez.

 

 

La Vieja Carnicería (Publicado en Fixator Press)

 

Mi padre y yo esperábamos en una luz roja cuando noté un edificio en demolición

«Apuesto a que muchos vagabundos pasan la noche ahí» dije

«Esa es la vieja carnicería» dijo él

«No tenía ni idea ¿Qué le sucedió?

«Encontraron cabezas de perro en sus barriles»

«Me estás jodiendo»

«Estuvo en todos los noticieros. Cabezas de perro mezcladas con cabezas de cerdo»

 

Volví a mirar el edificio, y lo escuché reír. Giré.

«Tu nonno compraba salchichas ahí» dijo él

«¡No me jodas!»

«Bueno, él no lo sabía. Nosotros no lo sabíamos»

«¿Tú también comiste de ahí?»

«Sí. No tengo idea de cuántos perros nos debemos haber comido en esos días».

 

Las luces cambiaron a verde y dejamos el edificio atrás. Giré para verlo por última vez,

y dije una silenciosa plegaria por todos los perros callejeros que fueron ejecutados ahí.

Muchos de ellos tendrían dueños esperando por ellos por siempre.

Diablos ¿Por qué no una plegaria por los condenados cerdos también?

Les dediqué una.

 

El edificio había desaparecido, y el siguiente que vi tenía un letrero inmenso que decía

«PROTEGE EL MEDIO AMBIENTE. NO ENSUCIES LA CALLE»

Saqué mi celular y abrí el bloc de notas

«Querido Dios» escribí «No sé qué mierda decirte esta vez»

Y guardé el celular en mi bolsillo de nuevo.

 

 

Joven, es otro Benavides.

 

Los años mozos se me van embalados cual combi Orión

por la Av. Colonial, a las diez de la noche. Qué tragedia, voy a llegar tarde.

Ya ni se llama Av. Colonial, pero no creo jamás poder

decirle Av. Benavides. Por eso de la confusión y los trastornos de personalidad.

Otro rasgo de mi indetenible vejez.

No se le pueden estar cambiando los nombres a las calles de los perros viejos.

O algo así era el dicho. No sé.

Porque sí, señores, de colonial mi querida avenida no tiene nada,

pero el barrio está en tal estado que sí parece de esa época.

 

Que el señor Benavides se quede en Surco. Allí va a estar más cómodo.

Déjele una propina al cobrador. OJO, no es queja.

Yo sé bien que por ahí no se viaja en double-decker londinense,

y que el cobrador no te recibe en corbata, más londinense que el bus, con un

«Good morning ¿A dónde se dirige?».

«Baja quiosco, next to the casa verde«.

«Very good, arriba hay sitio».

 

Mi padre me ha dicho que una cosa es Av. Óscar R. Benavides

y otra Av. Alfredo Benavides. Pero mi padre y yo sufrimos de locuras distintas,

y los taxistas de Lima una enfermedad mental sin catalogar.

Triste yo de tener que agregar una avenida a la lista de mis ex ¿Qué diría Vallejo?

Seguro que deje de joder y que me siente a escuchar la lluvia con él.

Hay golpes en la vida, y arriba hay sitio…

 

 

BIOGRAFÍA

Giovanni Mangiante (17 de Marzo, 1996) es un poeta peruano y profesor de Inglés como Primera Lengua Extranjera. Su trabajo ha sido predominantemente publicado en Inglés en docenas de revistas extranjeras como Studi Irlandesi, Three Rooms Press, Silver Birch Press, As It Ought to Be, Shot Glass Journal, FEARLESS, y Open Minds Quarterly. Actualmente se encuentra trabajando en su primera colección bilingüe de poesía (BookHub Publishing House) en la que busca retratar su años de la infancia a través de las calles y edificios de Lima, Perú. Vive con su mascota, Lucy. En la escritura encontró un medio para lidiar con el TLP.

Comentarios

Suscribir
Notificar de
guest
0 Comments
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
Casa Bukowski
Abrir chat
1
Comunícate con Casa Bukowski
Casa Bukowkski
Hola, ¿Tienes algún comentario o sugerencia?