JORGE ETCHEVERRY ARCAYA – ENTREVISTA AL POETA POR WI FI
Monólogo del poeta viejo
No me hueveeen
Chiquillas compañeras
A ustedes les estoy hablando
Historia y Poesía
tentadoras pero inalcanzables
—aunque coquetas—
no solo para mí
Yo soy un chancho viejo
mijitas
no me tienten
ya no doy manteca
a lo mejor
cuando era joven
En unos años más me voy a morir
-“Cuéntate una nueva”
—Dijo El Otro—
El joven Werther en el café
Te veo casi todos los días
Estoy en un rincón
inadvertido
o en una mesa vecina
tratando de leer un libro
Pero tomé una foto
con mi celular nuevo
que recién estoy aprendiendo a manejar
después busqué tu cara en la Internet
no te encontré
Pero te veo
todos los días
no sabes quién soy
Yo si sé quién eres
tal vez demasiado
y leo ese libro
cuyo título no vale la pena mencionar
y te miro
Nunca tendré el valor para hablarte
Ahora parece que tu mano se detiene
por un segundo
y subes lentamente
la taza de café de Colombia
hasta tus labios
atenta a tu pantalla
En mi rincón
vuelvo a las páginas del libro
Cuando llegue a la casa
te voy a buscar
en el Instagram
para ver si te encuentro
Confesión gótica
Mina
después de todos estos años
de recorrer calles
de pueblos chicos de vastas ciudades
en países remotos
o bañados en una pátina de historia
luego de hollar infinitos caminos
te puedo decir
que solo hay un vampiro
que aparece en los espejos
Misa de once
Aprieta tu muslo
—suspira—
contra el mío
Busca en el sexo anímico
de tu sexo somático
de tu sexo aún adolescente
La inquietud
Busca en tu centro
Incrementa tu deseo
—hipócrita—
Porque estás en la banca medieval
—en una iglesia—
Que me roce tu cadera
Que me toque tu mano blanca
—hipócrita—
—adiós rubia hipócrita—
—miedosa e hipócrita—
Y mea culpa digo
pues no quiero sucumbir
entre vírgenes morenas que palpitan
Cursi caballero
medieval conquistador
Que prefiere la mirada clara de la rubia
al vértigo del coito con morena
Esa señora
No me puede ver ni en pintura
Si me ve en ocasiones sociales
se llega a poner pálida
Que yo sepa nunca le he hecho nada
pero en una de éstas
A lo mejor un día en la calle
no la saludé
Me dicen que soy medio cara de palo
Lo que pasa es que soy muy distraído
los que me conocen saben
que de roto no tengo nada
Pero me consuela pensar
que Kafka hizo un cuentazo
con una situación como esta
El grito
El grito de Munch
se universalizó
se extendió
perdió la consistencia
de la imagen única
singular
se reprodujo no tan solo
en la historia
en incontables cotidianidades
sino en sus reflejos
virtuales o lo que sea
Hay que recuperarlo
en todas sus concretas
encarnaciones
Revistas y revistas
No era una revista literaria
no dejaba de ser una revista literaria
Aspiraba a ser como esas revistas literarias
claras y limpitas
que se muestran en los escaparates
de las librerías importantes
de las ciudades
Pero quedamos en que era
de alguna manera una revista literaria
Desde sus portadas y p[aginas sus hacedores
hambrientos de ser
de identidad
le hacían un guiño a sus hermanas
más establecidas
Como queriéndoles decir
“¿Ven? Dénnos un espacio
un ladito
un lugarcito
queremos estar ahí
nuestras temáticas siguen la línea
de lo que realmente cuenta
en las librerías las notas literarias
de los diarios importantes
la hora pico o punta de la tele”
El ansia de existir conducía esos afanes
Que eran como una angustia
señorita
Que saliera como desde dentro
señorita
para llenar un vacío
señorita
Mientras
desde el otro lado de la calle
las otras revistas
desordenadas, brillantes,
la melena al viento
se desbocaban por el mundo virtual
como amazonas
quiméricas y azarosas
llenas de esquinas desconocidas
de faroles y astros
construyéndose un perfil
Más acorde con sus inclinaciones
Mitad alborada
Mitad apocalipsis
Entrevista al poeta por WI FI
En su dilatada producción poética
que abarca ya varias décadas
y diversos registros
¿Habría algo así como un faro señero
que orienta en última instancia
su producción literaria?
¿Habría una visión trascendente
del hombre la naturaleza el cosmos
que subyace a su poesía?
–Sí, tendría que responder afirmativamente
Pese a todo
de lo que pasa a nuestro alrededor
de lo que nos rodea cotidianamente
a diario
en cada momento
y que vemos en las noticias
día tras día
creo en el avance
la evolución
el adelanto de la humanidad
que curiosamente
y de manera inexplicable para mí
a veces pareciera identificarse
con la difusión de mis textos—
Estado de cosas
No ya de aeroplanos en bandada que incendian cultivos como carpetas de variados matices difuminan ríos en vapor cambian el perfil de las ciudades
Ni de ejércitos que como enjambres de hormigas atraviesan fronteras siegan hombres y jóvenes violan mujeres
Eso era antes—dijo—ya no habrá más masacres saqueos incendios alteración de bordes envenenamiento de cultivos incendio de selvas
Las ciudades podrán alzar sus rascacielos sin asco cristalizar sus centros desparramar sus periferias y medrar de los ríos mares de gente que llegan a sus puertas se agrupan en sus bordes
Las naciones podrán adorar a sus dioses multiplicarse en vastas armadas que nos darás sus órganos su fuerza de trabajo su poder adquisitivo—si lo tienen.
Esto es lo nuevo lo que viene. Dijo esa voz en sueños
Sueño con mujeres volando
Para variar vuelvo a soñar otra vez con pájaros con niñas volando—la repetición la ven como una tremenda y frecuente trampa casi todos sabios y gurúes—allá ellos
es más una rueda que reitera momentos estaciones matices y geometrías—que sin embargo actúa como un ancla como el hilo del volantín chupete—como la pita que ata al puño esa ave frenética que si dejamos que vuele va a llegar quién sabe donde
ahora otra vez mujeres que vuelan y que no son brujas—los mitos hacen de la mujer tierra mar la firmeza y solidez que ataja contiene mesura al hombre
que anda por allá arriba—mentira
las mujeres cuando ocupan el espacio cultural ancestral masculino y se echan a volar encienden hogueras en el cielo
Jorge Etcheverry Arcaya es escritor chileno, en Canadá desde 1975, doctor en literatura y traductor. Tiene varios libros de poemas, siendo el último Samarkanda, en el número de octubre de 2019 de la revista canadiense Ygdrasil. Entre sus obras de prosa destaca De chácharas y largavistas, novela, Ottawa, 1993; y entre sus antologías Northern Cronopios, antología de narradores chilenos en Canadá, Canadá, 1993. Tiene publicada prosa, poesía y crítica en Chile, Estados Unidos, Canadá, México, Argentina, Francia, Italia, Cuba, España y Polonia. En 2000 ganó el concurso de nouvelle de_www.escritores.cl_con la novela negra breve El diario de Pancracio Fernández. Sus últimas publicaciones en antologías en «Antología de poesía chilena de la última década«, (2018, Chile), «Wurlitzer, cantantes en la memoria de la poesía chilena«, (Chile, 2018), «Historias de camiseta, antología de microrrelatos de fútbol» (Perú, 2018), «Antología mundial, la papa, seguridad alimentaria» (Bolivia, 2019). Fue autor invitado en el número del segundo semestre de 2019 de la revista mexicana «La pluma del ganso«. Es uno de los editores de Split/Quotation – La cita trunca y editor de su edición virtual en www.etcheverry.info, y embajador en Canadá de Poetas del Mundo.
Muy interesantes los poemas, ireflejan un contexto devastado laconicos y precisos. Buen manejo de la ironía