JORGE VARELA – A VAN GOGH

A Van Gogh

Ese cielo en que la luz pinta
una inmensa soledad.
Chateaubriand

Tantos aciertos y tantos errores
en un mismo cuadro.
Sombras azules y verdes
y el metal oscuro del contorno
tratando de impedir la fuga del aire
en el color de la forma.
A veces un empastado furioso
revela tu impaciencia.
Después la desesperación de los quebrados,
el delicado ultramar, el pasmado malva,
paisajes que son como planos tapices
urdidos por un sol inmisericorde.
Nada te conduce a ningún lugar.
Estás solo y mendigas a Dios
jirones de sombra.
Entre las gramíneas
tu amor se desintegra
espantado por demasiada luz.

Deberes de matemáticas

No les pregunten por el número de vacas,
si ahora son sesenta cuántos litros de leche habrá.
Más bien díganles por qué ahora son tantas,
si sus vientres parieron y cómo
y cuántas generaciones pasaron desde entonces.
De qué color era el pasto en aquella estación,
qué flores, qué clima las rodeaban.
Háblenles de la descendencia,

de cómo la cría fue amamantada
y cómo el rebaño tembló
con la llegada del hombre o las fieras.
Explíquenles que eran dos y ahora sesenta
porque el tiempo pasa
y las edades se suceden
y donde no había nadie
surgen de pronto estirpes, poblaciones.
Háganles ver que no existe
la generación espontánea,
que sólo los peces
se multiplicaron sin explicación,
y entonces enséñenles
a multiplicar
a ellos también.

Un poema chino

Ya no voy a huir de ti, tristeza.
Hace años que me esfuerzo en superarte
mediante la actividad a cualquier precio;
camino a cualquier lugar con tal de alejarte de mí.

Ahora me digo:
por muy lejos que vaya,
por muy rápido que me agite
brotas de mi corazón a todas horas.

Ya no te tengo miedo.
El cielo de cualquier estación puede vencerte.
Las voces lejanas del vecindario
te combaten si se escuchan como una música.