JUAN ADALID – MINÚSCULO Y CREPUSCULAR

El aire oculto de los espejos

Tiempo escondido por tréboles,

bajo el abismo mental creciente;

huellas de nubes dimensionales

junto al viento agónico y primario.

Lógica circular del pensamiento,

hermetiza lo sombrío con nostalgia;

explorando el símil de tu alma

en la esencia triste de las ánimas.

Bajo la sombra fluyen incesantes

perfectos seres interminables;

tras sus máscaras de fina ausencia

se cristalizan fugaces sus reflejos.

Entre el aire oculto de los espejos

las sombras alumbran mis palabras;

excéntricas formas me revelan

el misterio de escribir sin la mirada.

Sombrío

Despierto al otro lado

donde mi locura me delata,

evoluciono imaginándote,

me embarco en tu mirada.

Acaricio tus gélidas pupilas,

las devoro con palabras.

Percibo la semejanza

de nuestras almas vagando

en el perplejo laberinto.

En las sombras románticas

nos movemos entre versos,

hablan frágiles rozando

tiernamente nuestros miedos.

Todo en ti es universo,

mi galaxia habla tu lenguaje,

humedece ágil al deseo.

Minúsculo y Crepuscular

Vertebral influjo de escarcha y hielo

cubre esa desnuda silueta intemporal;

eleva su sensible aura al son

de mis brújulas,

donde un frío y simple beso

triza el glacial más compacto;

donde espinal tu dulzura

es dibujada por mi locura.

Emocional laberinto

por momentos descriptible,

alejado entre silencios

de mi oculta razón;

mundo curvo arropado

por gotas de nieve,

fija sombras etéreas

en el minúsculo y crepuscular vacío.

Algunas huyen rotas por el reflejo,

otras agrietadas se deslizan

por el precipicio de tu cuerpo.

Pálido enigma de aliento infinito,

domina paciente su eterno desafío;

espiral vida de recuerdos

aún sin luz vencerás al destino

Pandemus

Virus del espacio corporal,

minúsculo vives en cada inspiro,

pandémico origen mutador,

transfiguras infatigable la vida.

Ausencia de solidaridad,

egoísmo y miedo,

la peor infección humana.

Amalgama oscura e invisible,

envuelves al planeta,

sembrando incertidumbre,

caos, horror y silencio.

Perturbador e inmundo contagio,

confinar lo social es humano;

el miedo ya no es presagio.

Profético tu fin en el oráculo,

germina un ápice fugaz de ilusión;

vacunar al animal humano,

esclavismo mental o liberación.

El morador de almas

Fabrico inquietantes emociones

con visiones y ecos del vacío,

miro desde dentro las honduras

esencia alquímica de mis letras.

Existencial origen donde habito

delineando el ocaso absoluto;

nunca dejes de mirarme,

soy el resto de tus sueños.

Inarticulo lo inmortal y divino;

los enigmas añoran este caos,

morando almas equidistantes

en la insania de mi ciclo infinito