KIMBERLY HUERTAS ARREDONDO – INDIFERENCIA

Porvenir

El fango de mi porvenir,

a la orilla del precipicio de las lágrimas,

a las afueras de la noche,

el tiempo

y un infinito.

Las cicatrices de mi cuerpo

permanecen para hacerme saber el lugar

de mi estadía:

frío,

invierno,

primavera

o verano.

No lo sé la casa está vacía,

las raíces crecen dentro como fuego en Alejandría.

Tic tac tic tac suena el reloj sin marcar las dos,

mi hora grité como Machado a la luz de mi poesía.

No lo sé, no lo sé, sin respirar silencio,

mientras el peso del mar me golpea

con su mundo y su indiferencia.

Son los tiempos donde los templos

y los volcanes no exhalan

y la música no canta

y el poema no rima.

Y espantar los monstruos sin hacer ruido al marcharme.

Niñez

fruto de la inocencia

de la fugacidad de los cuerpos

y de los sueños

que poco a poco se olvidan

con las arrugas del tiempo.

Indiferencia

Observar con ojos de indiferencia la violencia del cuerpo

como lava en Pompeya,

mientras las lágrimas de sal

fluyen sin encontrar paz y humanidad.

Las preguntas se cansarán sin encontrar

las respuestas de la paz

y la memoria

sepultadas por las voces de la hegemonía

que asoman su pico como los carroñeros

hambrientos de codicia.

Hay momentos,

hay tragedias y comedias, tal vez eres

espectador, actor u opositor,

es fácil identificarlos suelen participar en las guerras,

en los genocidios y en los discursos del error.

¿Eres uno de ellos?

Las voces de los perros antropófagos silencian la furia e indignación

que contagian al otro a romper las cadenas del yo

y los tiempos de crucifixión.

El nosotros vuela, cuando escribe en la noche

para curar el pan de la indiferencia,

los llantos de la inocencia,

y la desmemoria de los signos de exclamación,

con el extremismo de los hombres

de fe en la religión.