LUIS ÁNGEL MENCO ROMERO – CULEAR POR CULEAR
Culear por culear
Es muy maluco, muchachos, háganlo. miren, tienen encima a una vieja que está re buena, le
chupan una teta, con una mano le aprietan la otra, y con la que les queda libre bien podrían
meterle los dedos en el culo o solo moverlo de arriba a abajo mientras le meten la verga y
ella grita cosas incomprensibles. yo no les voy a mentir, se siente muy bien, más que bien,
se siente ni el hijueputa. la situación se puede extender durante varios meses, digamos, dos,
cinco, ocho, no sé, quizá más. luego se vuelve una película muda, la tienes encima y da
igual si no, después, un buen día, por mero hastío finges que te vienes y haces caras raras.
qué feo decirle a alguien: ya no te quiero ni pa culear, pero es lo que hay. con el tiempo se
van a arrepentir y empezarán a hacerse la paja. háganlo.
A veces se miran a los ojos
En este poema hay dos personas. no saben si se quieren, no importa. no se estorban ni se
buscan, su única relación es una de las formas del entendimiento: el silencio. tampoco hay
turbaciones ni aproximaciones innecesarias. una, disfruta casi con tristeza los amaneceres y
las películas de godard. la otra, despierta pasado el mediodía y toma fotos al atardecer,
también cree que la luna es una mandarina. dos o tres veces al mes se ven, entonces piden
una cerveza y un café. a veces se miran a los ojos.
Uno se acostumbra
A no levantarse, a mirar al cielo solo cuando se duerme y a hacerse la paja para dormir. uno
se acostumbra al silencio, a las miradas ausentes y a perder el último bus. uno se
acostumbra al desprecio y al amor, a unos ojos que a veces parecen negros y otras, café.
uno se acostumbra a pertenecer a ninguna parte, ni siquiera a uno mismo, luego viene el
silencio, que también es costumbre, quizá calma.
Recomendaciones de un muchacho de veintidós
No escriban poesía. es el verdadero mal del siglo, lo deja a uno con los ojos cansados de
buscar tantas imágenes en donde solo hay cosas. si ven una gota en el alambre ya no es una
gota en el alambre sino un pedazo de nube jugando a los funámbulos, y eso cansa, y eso
consume, y eso es falso, y eso no es poesía, es poema, sí, pero no poesía. lean a parra, lean
a pessoa, lean a storni, lean a bolaño, lean a jattin, lean a mistral, lean a baudelaire, lean a
plath, lean lautréamont, lean a éluard, en últimas, lean lo que quieran y luego desechen,
lean lo suficiente para que no piensen que esto es poesía. vean muchas películas, consigan a
alguien con quien culear por lo menos dos veces a la semana, déjense crecer el pelo y luego
aprendan a cortárselo, por último, no escriban en minúscula, no tiene sentido.
Tenía diecisiete
Tomaba mucho, fumaba mucho, me drogaba mucho, culeaba mucho. tenía diecisiete y era
profundamente triste. ahora tengo veintidós, tomo cervezas y me dan sueño, ya no fumo, no
recuerdo cuándo fue la última vez que me drogué y quizá han pasado dos meses desde que
estuve con alguien. tengo veintidós y soy irremediablemente triste. a veces marcela me
invita a tomar café. en unos meses tendré veintitrés, pero eso no quiere decir nada.
Luis Ángel Menco Romero, Licenciado en español y literatura egresado de la Universidad del Atlántico (2021). Publicación de poemas en el segundo número de la revista LUA (Colombia, 2019). Publicación de poemas en la revista Purgante (México, 2020). Exposición de poesia visual Un cop d ́Ull (España, 2021). Ganador en la Antología Nuevas Letras (Colombia, 2021).
Jajajaja…muy buenos poemas!