LUIS SÁNCHEZ MARTÍN – BUKOWSKI NUNCA LO HIZO
NO LO INTENTES
Hank está en la cama
un gato lame restos de vino sobre el suelo
y yo me inclino sobre las hojas
que ha escupido su Underwood
hay más luz en esas líneas
que en todos los alumbramientos
y el cinturón de Orión
se desploma sobre mí
no lo intentes
Hank besa en la boca a la noche
mientras vende vales de hotel
por cuatro tragos antes de buscar
un banco poco iluminado
o cartones secos
hoy tiene una habitación
y una papelera
y se permite despreciar
aquello con lo que sueño
hasta que un astuto lobo
considere llegado el momento
mientras él ilumina el camposanto
con sus fuegos fatuos
para entonces puede que
hayamos aprendido la alquimia del mercado
y otro lobo nos permita
bajo cubiertas de vistoso colores
repetir una y otra vez la fórmula
ese nuevo canon
y sudor frío y temblores
me precipitan por la ventana
para abrir los ojos a oscuras
buscar el interruptor y encender un cigarrillo
Hank no está, tampoco el gato
Orión sigue en su sitio
y la Underwood Standard
es ahora un Pentium-IV
y de nada sirve el silencio
cuando la voz viene de dentro
no lo intentes
BUKOWSKI NUNCA LO HIZO
Tal vez vaya siendo hora
de que cante el otro gallo
mientras la lluvia condensa el fango
y borra las carreteras.
Esperar frente al televisor
con cerveza y patatas fritas
por si acaso no amanece
no parece la mejor solución,
lo sé.
Sé también
que existe una razón
por la que ni la luz escapa
de la antimateria
y que barriendo el salón
siempre aparece la moneda
que perdimos en la cocina.
Pero pesa más
la ausencia de futuro
que los años vencidos
y no seré yo quien averigüe
por qué.
Total,
Bukowski nunca lo hizo.
AHORA QUE LA GENTE PARECE FLORES AL FIN
Qué cantos se oyen en las
calles;
la gente parece flores
al fin
Charles Bukowski
Cuando era un borracho y lloraba por todo
hacía la compra en gasolineras:
pan de molde, fiambre,
dos paquetes de Lucky Strike
y latas de cerveza de una marca impronunciable.
Nunca supe, ni me importó,
quiénes eran Chemical Brothers, Linking Park
o los Gallaher, y es más que probable
que haya escrito alguno mal.
Escuchaba tus problemas
antes de que estuvieran de moda
y me encerraba en el baño a vomitar
cuando te ibas
tus hijos
tu hipoteca
tu negocio de zumos naturales con leche de soja
nunca me importaron
y la Nochevieja que caí por el hueco de una escalera
supe que iba a ser un buen año
y lo fue
aunque mis manos sangraron
abiertas de tanto esperar.
Y ahora que la gente
parece flores al fin
tengo tiempo para lo importante:
la eternidad es la suma de todos
los domingos de agosto
un movimiento continuo de diástole
frente a un espejo que vierte
sonidos al abismo
es un billete entre las cuerdas
de la guitarra de Johnny Cash
es la puerta siempre abierta
del lado frío de la almohada
perder la mirada
sobre el rostro perforado de Bukowski
y aún diría más
si quisieras escucharme
pero sé que cierras a las siete
y no seré yo
quien te haga llegar tarde a casa.
Luis Sánchez Martín (Cartagena, 1978) estudió Ciencias Empresariales en la Universidad Politécnica de Cartagena y ejerce como contable desde hace más de quince años. Además dirige el sello Boria Ediciones desde 2016.
Ha publicado el libro de relatos ‘Sin anestesia’ (Ediciones Hades, 2014), la novela ‘Bebop Café’ (Boria Ediciones, 2016) y el poemario ‘Carrera con el Diablo’ (Lastura Ediciones, 2019). Ha sido finalista de varios certámenes de relato y poesía, a destacar el III Concurso de Relatos Contra la Violencia Machista organizado por el Ayuntamiento de Terrasa (2015), el V Certamen de Relatos Pablo de Olavide (2016), las dos primeras ediciones del Certamen de Poesía La Montaña Mágica (2017-2018) y el XVIII Certamen de Poesía Dionisia García (2020). Sus relatos y poemas han aparecido en publicaciones en papel y digitales como Manifiesto Azul, Carne Para el Perro, Culturamas, El Coloquio de los Perros, Hankover o el diario La Verdad de Murcia.
Es colaborador habitual del blog de reseñas literarias Literatura+1 y de la sección cultural ‘Leer el presente’ de eldiario.es (Murcia).