MOISES CÁRDENAS – FIN DE MES
Moisés Cárdenas, nació en San Cristóbal, Estado Táchira, Venezuela, el 27 de julio de 1981. Poeta, escritor, profesor y licenciado en Educación Mención Castellano y Literatura. Egresado de la ULA-Táchira. Ha publicado en antologías de Venezuela, Argentina, España, Italia y Estados Unidos. Entre sus obras: Poemario En el jardín de tu cuerpo, Venezuela, 2021. Novela de género testimonial, Los ojos de un exilio, Editorial Avant, Barcelona, España, 2020. Publicación digital, Obra poética y narrativa, Biblioteca de Autores y Temas Tachirenses, volumen 208, BAT. San Cristóbal, Venezuela, 2018. Poemario infantil Mis primeros poemas, Ediciones Ecoval, Córdoba, Argentina, 2015. Poemario Poemas a la Intemperie. Editorial Symbólicus, Córdoba, Argentina, 2013. Poemario Duerme Sulam, Venezuela, 2007. Poemario El silencio en su propio olvido, Caracas, Venezuela, 2008.
Fin de mes
Otro fin de mes
y los bolsillos están rotos.
Camino entre lágrimas caídas del cielo,
y sigo las huellas de un gato blanco con manchas.
Llego a la última parada
y subo el colectivo de regreso a casa.
Después de pagar el pasaje con unas
cuantas monedas,
busco un asiento al final del bus.
Respiro profundo,
levanto la mirada
veo en una butaca que está enfrente de mí
la frase escrita con tinta negra:
«Navego en el río de sangre turbia».
Medito…
Estoy por llegar a casa,
me cambio de asiento
y leo en otra butaca:
«Las almas repudian todo encierro».
Un trueno anuncia la parada,
bajo del bus.
Pienso si habrá en este instante
alguna persona que esté estirando billetes
sobre el concreto.
Las manos del poeta
Antes que existiera la máquina de escribir
el rapsoda plasmó sus versos
en papiros equinocciales.
Con el tiempo cuando sus dedos
tocaron la máquina de escribir,
sus ojos se encendieron
con las letras en el papel.
Luego llegó la innovación
la computadora tecleó en la pantalla
letras a velocidades infinitas.
Entonces, el poeta viajó en sus pensamientos.
Buscó el verbo,
caminó entre las metáforas,
abrió los libros de la historia,
y pensó en el futuro.
Todo se hizo espasmos y sombras,
las lágrimas mojaron el papel,
tomó el lápiz de la memoria
y dejó que sus manos
volvieran a escribir sobre el mundo.
Los ojos del poeta
La córnea aporrea la piel
y el ojo gira con el sol
envuelto de fuego.
La pupila salpica palabras
por el viaje del sentido
directo a los espejos.
La mirada busca entre las sombras
colores
formas
visiones
infiernos
cielos.
Ciudadela de luz
que transporte
el papel y el lápiz
como unión de tejidos
células
movimientos
metáforas
oraciones
y versos dentro de una lágrima.
En la tierra de Macondo
Macondo,
somos habitantes de Macondo.
¿Dónde está Remedios?
¿La familia Buendía?
¿La lluvia torrencial?
Macondo espera flores amarillas,
los habitantes
seguimos en el laberinto.
El viento
Cuando susurra al oído
yo, el poeta errante,
sacudo los pies en la tierra,
y recuerdo el vuelo de las hojas del otoño.
Camino como todos los hombres
con una mochila en la espalda,
donde llevo frutas y verduras.
Cuando llego hacia la montaña,
transpiro en la frente la metáfora.