MARVIN SALVADOR CALERO MOLINA – HAY UN PÁJARO SUICIDA ES ESTE POEMA
SOBRE SU LOMO, EL HOMBRE ASEDIA LAS CIVILIZACIONES MÁS DISTANTES DE LA TIERRA
Algún cronista
escribirá sobre las hazañas del hombre
y el caballo,
dirá que de ellos nació el mito de los centauros.
Otro historiador,
incluso llegará a afirmar que en algún tiempo,
los centauros y los hombres convivieron en armonía
hasta que la belleza de Hipólita, los convirtió en adversario.
Un poeta
de un continente aún desconocido,
escribirá en lengua latina
“El coloquio de los centauros”.
El mito
se acogerá en los pueblos de oriente
donde las legiones de hombres
marchan con sed de conquista
y encuentran la muerte
a manos de pueblos rebeldes.
El caballo se erigirá en monumento
como símbolo de poder;
las ruinas del pasado
hablarán de imperios extendidos
sobre la tierra.
Un arqueólogo
descubrirá la ciudad perdida
donde el caballo es adorado como un dios.
Algunos afirmarán a destiempo,
que un dios bárbaro, volverá desde su reino
montado en un caballo de oro
con una legión de hombres alados
anunciando el tiempo final.
THANATOS, DESDE EL UMBRAL DE UNA CALLEJA EQUIDISTANTE, AGUARDA CON SUS KERES LA MUERTE DE HESÍODO
Y no hay que aborrecer a la ignorada
emperatriz y reina de la Nada.
Rubén Darío
¡Thanatos!
¡Sejmet!
¡Chernabog!
¡Coatlique!
¡Hela!
¡Morrigan!
¡Erlik!
¡Mainyu!
¡Heridor!
¡Emperatriz de la nada!
¡Arcángel de la muerte!
¿Cómo he de llamarte en este poema blasfemo?
─Soy el heresiarca de un género pretérito─
La sibila me ha mostrado
la impronta muerte de Hesíodo.
Flores de laurel y olivo
mascullan en los búcaros de mármol
de un hipogeo a destiempo.
En el estoicismo
he aprendido a ser pragmático
al uncir la desgracia en el páramo
donde las penas aparecen
como ciudades derruidas por el olvido.
─ He sido un incauto ─ dice el propio Hesíodo
y luego expira ante el inusitado destino
negado a la clarividencia
del oráculo de Delfos.
En vano es exaltar la grandeza de los dioses
si fuera de las hecatombes y libaciones,
un poema es una nadería ante su grandeza.
En la hora terrible
el cristal se triza en la obsidiana del páramo,
en la lejanía las columnas jónicas
recitan el poema en el lenguaje del tiempo.
NO DESPERTAR.
El sueño es placer, miedo o dolor, no hay nada intermedio, todo es
completo. Por ejemplo, si caes hasta un precipicio el instante es total,
el vértigo llega de una forma horripilante, los huesos lo interpretan
como caricia de Thanatos. En cambio, si das un beso, es perfección. A
veces te enamoras en el sueño profundamente de ti. Cuando lloras el
dolor es tan profundo, proporcionalmente o inversamente a una
carcajada.
Hoy tomé mi maleta, eché en ella todo lo favorito; camisa, fotografía,
disco y libro con el objetivo de no despertar nunca más. Luego vinieron
los fans y me aclamaron, eran un montón de desconocidos que
aseguraban conocerme. Irrumpieron en mi dormitorio y se llevaron mi
ropa interior, después se fueron a la plaza y lloraron ilógicamente por
mí. Cantaban mis canciones y levantaban pancartas con mi nombre.
—Yo reía en mi propia muerte.
HAY UN PÁJARO SUICIDA ES ESTE POEMA
colgado de patas de una rama de sicomoro
grazna soberbio mientras
la tarde pausada se convierte en noche
hay un pájaro suicida colgado de una rama
de sicomoro justo en el centro de un parque
abandonado a veces charla con el cuervo de Poe
a veces con el pájaro de Haruki Murakami
grazna puntual a las doce de la noche
a la hora que salen los fantasmas
de sus casas de sombras
hay un pájaro suicida que habita este poema
se corta los pulsos cada vez que muere un poeta
para fingir empatía ante la muerte
pero por la mañana en el sepelio
grazna otra vez puntual y continúa colgado de patas
en este poema
LOS HOMBRES tristísimos
en los parques sin esperanza,
cobijados por el azul oscuro
del espejismo del cielo
con el estómago vacío
¡Y la esperanza decapitada!
los hombres tristísimos en medio de la calle
harapientos y ruinosos con la mente limitada
por la locura
¡Y el amor es un soldado caído!
los hombres tristísimos bajo presión característica
de la endiablada psicopatía de la ingeniería humana
¡Y la libertad de expresión es un museo para turistas!
los hombres tristísimos limitados por los poderosos
de esta ciudad de dementes y politiqueros
con discursos incoherentes
¡Y la palabra secuestrada en una frontera distante!
los hombres tristísimos que les toca vivir a diario
en esta ciudad escriben poesía en largas noches
donde nadie los visita
¡Mueren como poetas tristes!
Marvin Salvador Calero Molina (28 de Dic. 1983, Juigalpa, Chontales, Nicaragua) Poeta y escritor.
Miembro del Clan Intelectual de Chontales y profesor de Filosofía de la Universidad Nacional Agraria. Ha
publicado los libros: Yo no conozco tu historia (2000), Elegía a Rubén Darío y Canto a la muerte (2016),
Cuentos de Minería (2017), Cien maneras de cortar el horizonte (2019). Ha sido premiado en certámenes
nacionales e internacionales de poesía y narrativa.