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AÑO 4 - 2023

RODRIGO VERDUGO – HERENCIA DEL INSOMNE

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HERENCIA DEL INSOMNE 61

 

Bajo los jazmines,

hay sentencias hermosas.

 

Busco con manos de niebla,

algo en mis huesos.

 

Y en mi ayuda viene,

la joven que sabe

leer al revés.

HERENCIA DEL INSOMNE 82 

 

I

Un rayo va contra

las prohibiciones de la sangre

los párpados de un hijo confunden a la piedra,

se ha derramado en las rodillas

esa leche ardiendo,

que lanzan en el rostro del cordero.

 

II

Me engendraron

en plena tortura abisal.

y tiendo escudos

sobre todos mis hijos.

 

III

Tienes aspiraciones petrificadas

y dices que te convertirás

en lobo a mediodía,

y morderás un seno azul.

 

IV

Gimes desde la garganta del predicador

y asomas espinas,

quieres estar y no estar a la vez

bajo cualquier cielo.

El placer triza la noche

y tus huesos te vigilan en la casa del cazador,

y la ceniza en orgia con el rayo

no es sino la imagen

de aquella madre que decía

por piedad ábranme la puerta

recíbanme, me está incendiando la casa

me quemará a mí

y a todos mis hijos.

 

V

Lo perdono, pero vuelve a reincidir

lo perdono y me dice

quiero a todos mis hijos juntos

formando un eslabón trágico.

 

VI

Soy el padre,

arrastro bolsas con abundantes frutas,

verduras y quesos de cabra

recorro todos los mercados,

todas las vegas y mataderos

a las cinco de la mañana,

llevó un chaquetón jaspeado,

una partidura al medio de la frente,

el mar gasta ángeles y demonios

y yo me gasto el oro

con que debo tapar

la boca de todos los desenterrados.

 

VII

Y quien quiera sentarse a mi mesa

podrá conversar conmigo a la caída del sol

sobre mis viejas aspiraciones de buscador de oro

mientras mordemos frutas,

y quesos de cabra.

 

VIII

Mis hijos dicen

que tengo pies de minotauro

y que estoy loco.

 

IX

Ellos fueron repartidos.

El primero conoció envoltura de rayos

y terminó como servidor en quintas de recreo.

El segundo fue tentado por meretrices de alabastro

y terminó arrancándole espinas a todos los peces con la boca.

El tercero fue amamantado por una mula

y terminó inspeccionando grifos.

El cuarto fue recluido en un monasterio

y terminó transcribiendo dictados de una monja ciega.

De pronto quise tenerlos todos junto a mí

formando un eslabón trágico

sobre los precipicios de la especie.

 

X

Y la madre en la casa del cazador

se ocultaba mientras tanto

decía: “por ahora aquí estoy a salvo,

aunque todos afuera

vean la ceniza en orgia con el rayo

y sea esa la imagen que quede de mi en ellos”.

Yo pondré a mis hijos a resguardo

los levantare de madrugada

tendrán la peste de un lobo que mordió un seno azul

y caerán unos tras otro

y les pondré compresas en el cuerpo

y invadiré la casa de mi madre

y el living se habilitará como un sanatorio

y me despertaré de madrugada a atenderlos

como una monja ciega

y temeré que unos pasos de minotauro

estén cada vez más cerca.

 

XI

Esos eran mis hijos

y eran mi orgullo de buscador de oro

de ese oro que alguna vez encontrare

para tapar de una vez por todas

las bocas de todos los desenterrados.

 

XII

Vengan y sigamos mordiendo frutos

y carnes y quesos de cabra

para eso estoy a las cinco de la mañana

con un chaquetón jaspeado,

y una partidura al medio de la frente,

en toda vega, matadero y mercado.

Para eso un rayo va

contra todas las prohibiciones de la sangre,

para eso yo les elijo las meretrices de alabastro a mis hijos

y con ceniza acreciento la tortura abisal del engendramiento,

y con gargantas de pastor, acreciento el deseo

de quienes quieren ser lobos a mediodía,

y morder un seno azul,

y tener aspiraciones petrificadas,

o arrancarles a los peces espinas con la boca

y de la piedra confundida me hago un escudo

bajo el cual el lobo beberá leche ardiendo

en el hocico del cordero.

TENIA

 

Ella tenía perfil de cuervo

y se tapaba el ombligo

con un loto.

 

Ella en sueños

bebía cerveza

con Alejandra Pizarnik.

 

Ella quería arrendar un departamento chico

en barrio unión latinoamericana

solo para hacer fiestas u orgias.

 

Un departamento donde la cerveza

volara como un cuervo

y las muchachas en pleno frenesí

se sacaran el loto del ombligo

y los hombres llegaran como náufragos

e irrumpieran al atardecer.

 

Después alguien vuelve

a arrendar ese departamento

y antes de poner los muebles y habitarlo

lee en voz alta a Alejandra Pizarnik

y un loto entra por la ventana

empujado por el aire del atardecer.

BIOGRAFÍA

Rodrigo Verdugo Pizarro Santiago de Chile, 1977. Poeta y collagista. Fue secretario del Pen Chile y formó parte del Grupo Surrealista Derrame. Su obra ha sido publicada en revistas y antologías nacionales y extranjeras siendo traducida parcialmente a doce idiomas. Ha participado en exposiciones colectivas en España, Portugal, Republica Checa, Costa Rica y Egipto. Es autor de:  «Nudos velados», Ed Derrame, 2002, «Ventanas quebradas», Olga Cartonera, 2014, «Anuncio», Rumbos Editores, 2017.

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