César Olivares – ¡Ave Pibe!
1
Cansado de Ser silencio
y de ver caer el tiempo con su esqueleto de hojas
envejecidas
el abuelo ha llegado lento como un reloj
y ha estropeado las horas incólumes del otoño
espantando pájaros y ladridos
piedras niños tempestades
en una ciudad tan lluvia y sin memoria
Y es aquí cuando parece decirme
(con su voz de vino y de pasado)
que está demás despellejar el tiempo
con sus tardes
que nadie puede vivir lamiendo los recuerdos
sin ponerle una pizca de mentira a las edades
Tan cierto y tan real como una historia salida
de su boca
el abuelo ha escapado de los inviernos
(en silencio)
y ha regresado a casa
con el cielo derribado a sus espaldas
De: Canción de sombra
II
Sé que me acordaré de tu pelo suelto
(cascada noche
caída sobre tus senos
a manera de un viento tibio)
Sé que me acordaré de tu cintura
de la destrucción inevitable de tu sexo
registrada
en alguna habitación lejana de hotel
Serás por siempre palabra dormida en mi memoria
la más vaga imagen
de un grito quebrado sobre la alfombra
Por eso y aunque el tiempo solo sea
sudor sobre tu cuerpo
tu piel seguirá envejeciendo a mi costado
Como una herida multiplicada por tu nombre.
III
Tengo tu nombre intacto
y un corazón detenido en la garganta
Tengo el tiempo muerto en los bolsillos
y tres minutos extras para hablar de tu cintura
Sin embargo
a veces hablo de ti conmigo y sin mí
Sin embargo
a veces hablo de mí contigo y en ti
aparece un silencio inevitable
como de flores muertas.
De: Rostro de lluvia
13
desde que detuve la mirada sobre el invierno de mis pasos
los caminos han extraviado su distancia
el cielo apagó su sol
atravesando el frío tres lunas cada pájaro
sin embargo
no puede decirse bajo qué cielo me desvisto
bajo qué palabra estoy destejiendo esta tristeza de camino
sin tener vergüenza
de andar erguido
como los árboles
hasta las nubes supieron hacer lluvia lejos de su origen
y
yo
que no tuve otra oportunidad de ser luna
derribé aves con la mirada
paz nube y esperanza
bajo el cemento
sin embargo
llegará el día en que sol y luna bajen a jugar con el
invierno
y uno pueda transitar desnudo por su propia piel
en pleno reconocimiento de sus facultades
pero ahora
carezco de dirección
para saber en qué cuerpo voy a caerme muerto
me desespera esta soledad que me hace común
a todos los hombres
estoy en la propia pausa de mi mano
y mi mano
en la enorme pausa de su movimiento
De: TransyGente (2014)
NAVIDAD
Jesús nació un 25 de diciembre
frente a mi casa
Tenía el cabello largo
Y un padre estibador y hasta
aprendiz de carpintero
De su madre sólo supo que se llamaba María
Y cuando él decía que era virgen
Los vecinos blasfemaban soltando carcajadas
Sin embargo
Un día caminó sobre las aguas
que una señora arrojó desde su puesto de verduras
Las navidades de Jesús no siempre fueron buenas
siempre el recuerdo del viejo la virgen siempre
Y la misma cruz de hierro
pegada a su sonrisa
Ahora espera pensativo junto al “Jordán”
Un tal Bautista le ha ofrecido algunas aguas
16
Entonces supe de mí por un poema
Estaba escrito sobre una etiqueta de leche evaporada
Era como las cosas que pasan
De caligrafía urgente
y de letra ingrávida
En vano perdí el tiempo hurgando fotos antiguas
y periódicos viejos
Era el poema dentro de una lata de conservas
Traía noticias mías con adjetivos de plumero
de alfombra pisada con zapatos de mendigo
Por eso la costumbre de leer lo que se esconde en la alacena
Me entero así de la vida doméstica que lleva mi mujer
cuando me ausento
Pero llegado fue el día en que su mano jamás volvió a forzar
la cerradura
Ni a recoger su trenza ni a ofrecer su ombligo
Su recuerdo quedó sobre la cama como un acertijo planteado a la
frazada vacía
Pero nada tiene ya importancia
(esto lo supe en el último verso hallado en la nevera)
Sucede que cada vez conozco menos de mí
Y a veces no conozco nada.
De: La vestimenta de los días (2009)
(Trujillo, Perú, 1979). Licenciado en Educación, en la especialidad de Lengua y Literatura. Ha realizado estudios de maestría en Literatura Peruana y Latinoamericana por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Fue integrante del Comité Editorial de la Revista de Estudios Vallejianos y Creación Literaria Cátedra Vallejo (2013 n° 1 y 2). Ha obtenido los siguientes reconocimientos literarios: Mención Honrosa en Poesía en el concurso literario Lundero 2000 y 2003. Primer Premio en Poesía en los Juegos Florales UNT (dos años consecutivos 2000 y 2001). Primer Premio y Segundo Premio en Poesía y Mención Honrosa en Cuento en los Juegos Florales Interuniversitarios «Luis Hernández Camarero» (2001). Primer Premio en Poesía en Concurso de Literatura «Marco Antonio Corcuera» (2003). Entre sus publicaciones, se puede citar el libro de poesía La vestimenta de los días (2009), la recopilación de crónicas periodísticas Jeremiadas (2010 – segunda edición 2012), el libro de textos narrativos Talión y otros cuentos de venganza (2010) y Transygente (o poemas escritos en un micro) (2014).