GEORGE REYES – POLVO ADENTRO
No sabía si los días se encogían o estiraban
en el patio de mis padres,
sentados en el lomo de ese árbol devastado.
EL ÁRBOL DEL BIEN y del mal
2
Nací
llorando
y regué la espera,
en la brisa de los días sin retorno
que mecía sin notarlo nadie, solo yo,
las orejas de la planta que floreaba como yo en verano;
por siempre se posaron en mi memoria cesadas mariposas,
la elegía del flautín de mis sabuesos,
el grito carcajeado de un radio.
3
Con el soplo deambulando en mis verdores,
entró en mí yo no sé cuándo
racimo de alegría que se tarda;
me pegó con la resina del buen árbol siete semejanzas en las manos,
miserere milenario en los pies.
4
Entonces cinco pasos de mi raza
en turno de locura se estiraron,
dejando al medio día trozos de penumbra
que llevaba cada uno en sus compases.
INEFABLE LITERAL
En tu día, a mi inefable madre (+ 2003) gr
Nunca naciste póstuma, sino inefable:
Nunca tuviste sed de resignación en ese día,
cuando latosa agua depredó tu cuerpo y avasalló tus ojos;
lloré contigo hasta ahondar mi mar.
Tu ausencia dejaste entera
en un collar tatuado de los verdores
que oxigenaban tu voz de América.
¡Oh, menuda América!
Sé que duermes sin ningún arrullo portátil
en tu recámara donde posas la brisa y al sol que llegan tarde,
donde tu sueño se ha hecho largo,
hasta que te despierten y suenen tan tan tus pasos
no con ojos que miren cosa lejana,
sino con ojos que hacen ver que todavía estás de pie.
POLVO ADENTRO
Somos golpes de miradas, juego y risa
porque en propio espejo somos la belleza de la tierra,
linaje de la carne que desnutre nuestros días.
¡Qué tristeza! ¡Qué tristeza!
Llevamos tú y yo un débito de polvo deslizado adentro.
¡No vayamos todavía! ¡No vayamos!
No sacudas de nosotros nuestro Dios ese polvo todavía,
déjanos, tú, ser lo que nunca olvidas,
aunque adentro ese polvo nos enlode y duerma un día.
CAÍN Y ABEL SIN VOZ
¡Ay Abel sin voz!
La
tierra abre hoy sus fauces,
mi sangre saborea
y le sabe a elocuente grito.
Caín, tres te miran con dolor tu mano alzada
que con prisa de un brutal oleaje
oyen el maullido de esta sangre en tu mano no lavada;
se cae tu semblante y no lo recoges;
¡anuda tu equipaje!
La carne de tu frente la han marcado y tiembla,
porque tú, Caín, a un viaje de temor te han embarcado;
a mí, en cambio, me han dejado en esta órbita que espanta,
pero viviré, viviré y viviré.
MEMORIA DEL CORAZÓN
De esperanza la memoria se ha hinchado,
la vaciaste de dañina dulzura,
de congojas que pinchan sus pies.
La comezón de tocar
la altura del árbol
del corazón me arrancó la memoria.
En la frescura del tiempo
paseas en mi vesperal domicilio,
el bullicio del pie me abre los párpados
al mal
que caía
al bien que alcancé.
Y ya no paseas en esas horas
porque el astro mayor me relumbra,
se enreda en los repliegues de mis laberintos.
*Del poemario reciente El Árbol del Bien y del mal (Ciudad de México: AVPLatinoamericana Ediciones, 2021).
Poeta, ensayista, narrador, crítico literario, editor y educador teológico, teólogo escritor y presbítero ecuatoriano, residente en México; candidato PhD en Teología; ha publicado dos libros sobre hermenéutica bíblica; coautor de dos libros de Teología; sus artículos teológicos han sido publicados en revistas teológicas especializadas y en sitios virtuales importantes; ha publicado dos poemarios El azul de la tarde (Santiago de chile, Chile: Apostrophes Ediciones, 2015); Ese otro exilio, esa otra patria (Santiago de Chile, Chile: Hebel Ediciones, 2016); El Árbol del Bien y del mal (Ciudad de México: AVPLatinoamericana Ediciones, 2021); su poesía ha recibido homenaje y distinciones en certámenes internacionales de poesía; finalista en certámenes internacionales de poesía; sus ensayos literarios y poemas han sido publicados en revistas literarias y antologías en formato virtual y papel; consta en la Antología de Poesía Mundial Poetas del siglo XXI; es miembro honorífico de la Asociación Latinoamericana de Poetas (ASOLAPO, ARGENTINA) y otras organizaciones literarias internacionales; invitado por la Universidad Autónoma de Chiapas, México, a participar como profesor e investigador en el homenaje internacional a grandes creadores; ha editado cuatro números de la antología poética Nuestra Voz (Buenos Aires, Argentina: Tersites, 2015; Ciudad de México: Textual Ediciones, 2016; Buenos Aires, Argentina: Ediciones Literarte, 2017; Ciudad de México: Ediciones Floricanto, 2019), del grupo de poesía Tu voz que fundó y dirige; editor general de Actuales Voces de la Poesía Hispanoamericana: Antología en Homenaje a Ingleberto Salvador Robles Tello (Buenos Aires, Argentina: Ediciones Literarte, 2017); y de Actuales Voces de la Poesía Latinoamericana: Antología en homenaje a Alma Del Campo (Santiago de Chile: Apostrophes Ediciones, 2019); editor y autor de La estética del texto: ensayos críticos sobre la poesía de Cecilia Ortiz (Ciudad de México: AVPLatinoamericana Ediciones/Ediciones Floricanto, 2020); fundador y director de la Asociación Actuales Voces de la Poesía Latinoamericana (AVPL); consta en la Enciclopedia de la Literatura en México-FLM -CONACULTA.