EZEQUIEL CARLOS CAMPOS – AQUELLAS PISADAS QUE SE MIRAN EN EL MAR
…pero el mar, delante de ellos, se extinguía.
Edmond Jabés
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Aquellas pisadas que se miran en el mar
son los únicos animales acuáticos
que sobrevivieron a esta sequía.
Las olas invisibles
aún se escuchan moverse
y hacer que las huellas
se muevan como peces
en busca de comida.
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Las cenizas se esparcen
en las olas de tierra.
Esta es la última decisión
de los muertos.
Las cenizas se acumulan,
ya no hay mar que se las lleve.
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El mar se escucha solamente
en los oídos muertos.
En este desierto queda la historia
del hombre que no pudo volver.
Ya no hay deseo ni vida.
Sólo el reflejo de un territorio seco.
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Desde que no hay mar
existen peces flotantes
que no se dejan pescar.
Nadan en el aire
y ascienden hasta donde los dejen los aviones.
De lejos parecen palomas.
Y sin embargo, los peces del viento
se sostienen por una mano con Parkinson.
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Los suicidas se tiran
desde el Golden Gate de San Francisco.
Al caer se entierran como plantas
y de ellos florece un árbol.
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A lo lejos se escuchan
los murmullos de las ciudades.
Dicen los viejos que antes
ese sonido no se escuchaba
porque había algo más fuerte
llamadas olas.
Y esa música impregnaba
las conchas que recogían los turistas
para llevarlas a casa.
A veces los viejos sueñan
cuando están por morirse,
o hay silencio en sus recuerdos.
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En algunos puntos hay eco del mar:
voces pasadas con el sueño de cruzarlo,
la alegría de bañarse en él
o los gritos de los ahogados.
Ya no son las conchas la caja musical:
son las piedras del desierto.
[Poemas incluidos en Crónica del desagüe,
Instituto Zacatecano de Cultura, México, 2020, 94 pp.]
Ezequiel Carlos Campos (Fresnillo, Zacatecas, México, 1994). Ha publicado en distintos medios impresos y virtuales de México, Colombia, Ecuador, El Salvador, Chile, Argentina, Venezuela, España y Francia, como Luvina, Círculo de Poesía, Punto de partida, La raíz invertida y Altazor. Está incluido en Todos juntos hacia un mismo sinfín y Fabulaciones (ambas editadas por el IZC, 2014). En lo académico ha publicado en Jóvenes en la ciencia. Dirige la revista virtual El Guardatextos (www.elguardatextos.com). Es autor de los poemarios El beso aquel de la memoria (2018; 2019), El Infierno no tiene demonios (2019; 2020), El instante es perpetuo (2019) y Crónica del desagüe (2020). Algunos de sus poemas han sido traducidos al francés, inglés, italiano y otomí. Premio Estatal de la Juventud 2019 en la categoría de Talento Joven/Literatura.