ILIANA HERNÁNDEZ ARCE – NIÑA QUE ESCUCHA POR PRIMERA VEZ A LOS BEATLES
Recuerdos de familia
Cuántos hijos oscuros son necesarios entre el estar y esa puerta de la calle tan cerrada
cuántos forman una familia oscura que mira fijamente el vacío a contratiempo juntos
aprenden a ser cristianos mientras secretos se desdoblan personajes clasificados beben
jugo de manzana embotellado o emulsión de scott entre el mobiliario y los gatos son
ocho en el reloj de pared las ventanas ostentan luz con partículas de polvo se abre la
puerta y todos corren hacia el pasillo protegiéndose antes de salir no hay silencio dentro
de casa que contiene una familia cristiana guardadora de secretos se abren ojos al
tiempo la casa sin barrotes atrapa escalofríos recorren cuerpos de niños y pelo de
adolescentes amarás a tu padre y madre los sueños pasan de lado por esa puerta que
sale a la vida el sol no ilumina los árboles de las banquetas adentro todos crecen los
gatos en número el hambre vive descorazonada qué cercanía hay entre una cama y otra
entre la cocina y los corredores cuánta distancia entre una mirada y otra el miedo se
guardan bajo la cama antes de dormir y en las mochilas antes de ir a la escuela por las
noches una ama de casa llena a sus hijos de culpa para hacerlos dormir los arrulla con
la esperanzas de cielo dios castiga un padre verdeoscuro cristiano escupe mentiras
escucha la radio en la penumbra clava sus ojos siniestros en la historia que está a punto
de iniciar lenta siniestra turbia como lodo repetida.
Niña que escucha por primera vez a los Beatles
Penny Lane está en mis ojos y en mis oídos
Allí, bajo los cielos azules de los barrios de la periferia
Domingo comienza sin tacha la luz de mayo se rompe en las ventanas como gota de
lluvia deshojada
una niña en la cama se da vuelta para quedar de pie en el aire
desde el portátil el single perdido de 45 Penny Lane en Liverpool desaparece una
calle cuando una niña escucha por primera vez a los Beatles una llamarada de girasoles
entra a sus oídos la manzana verde gira en su centro asciende y desciende por su
cabellera dormida anoche era abril cuatro hombrecitos de pelo redondo son lirios con
pies la miran desde la portada
una niña con caleidoscopios en los ojos viaja dentro de una espiral en los barrios de la
periferia tiene un latido múltiple un mordisco de estrellas bajo los cielos azules se
despide de Margarita hola Penny Lane hola Penny Robinson
a sangre tibia una niña escucha mientras se vuelve tres a contraluz
Esta muerte
A ti y a mí padre nos persiguen los amaneceres vacíos
somos huecos que regresan cada tarde para sentarse a la sombra en la casa han
arrancado el viejo árbol era lo único vivo que quedaba sus hojas siguen cayendo tiemblan
con el terror de las historias las paredes hablan los clavos recuerdan secretos nadie
sabe por qué la casa sigue en pie en ese suelo indefenso donde quemaban nidos de
golondrinas
padre tus palabras serán espejismos mañana nunca pedirás perdón me quedaré en tu
cama pálida pero no amaré tu fantasma ni visitaré tu lápida tampoco soñaré que existen
dioses para juzgarme
en el suelo sólo quedan palomas envenenadas y mis puños cerrados
Buscadoras
un país guarda 60 mil desaparecidos
mujeres buscan en esta polvareda cuerpos atravesados de violencia en lo más oscuro
lo más hondo entre la obra negra de asesinos
son mujeres con los brazos y las uñas abiertas para remover el polvo en el dramatismo del
instante mismo estas pepenadoras de muerte dan golpes profundos de tierra
son mujeres fuera de sí las más abandonadas caídas del sueño
huérfanas de hijos excavan hablan con dios esté aquí mi muerto sus ojos se ahogan
son mujeres las más valientes entre escombros de carne y tela estas mujeres son
pedazos de luna con la caja del pecho abierta
su respiración parpadea como flama pero no se extingue
Tráfico de órganos
voy hacia nunca donde me abrirán abismos
en el camino recogí el infortunio más que yo vivirán mis fragmentos en este aire
migratorio habrá claridad en mis huesos blanqueados
no olvidaré el reflejo de rostros ese abrumador lunes una casa grande y gris fui objeto
de compra-venta enfermos encontraron córneas riñones corazón hígado…
en el infierno de Dante fui
relámpago rojizo en las tinieblas
Pies de gato
Recuerdas la Brasilia verde escondida entre las cortinas de un hotel las luces polvorosas
cayendo como tacto ¿y el aire entregado a las llamas? Cerraba los ojos mientras
devorabas mi cuerpo sin preámbulos enardecida apenas podía contener el pecho y las
piernas que tomaban partido en el baile convulso la luz que atravesaba los cristales de
las ventanas propagaba un fuego naranja que se retorcía como nosotros y ascendía hasta
las estrellas para borrar rastros de humo. En la agitación extenuada ante ese espejo que
pulimos cada noche abrimos diez mil ojos a la piel hasta quedar con la carne
deshuesada no bastaron la lengua ni las sábanas inflamables fuimos Lázaros que se
levantaron infinitas veces hasta que logramos descascarar tres pies al gato.


Iliana Hernández Arce. Guadalajara, México. Psicóloga, Maestra en terapia psicoanalítica. Maestra en
letras de Jalisco. Con el libro de cuentos Suicidario ganó la beca del Consejo Estatal para la Cultura y las
Artes de Jalisco 2013. Ha publicado los libros de poesía Relámpago inmediato (2017) de la Colección de
Poesía Calle de Cervantes y Trend (2017; 2019), Ediciones de la Noche y el libro de cuentos Alas de papel
volando (2018) coedición Secretaría de Cultura del Estado de Jalisco y La Zonámbula Editorial, Negrario
(2020) de la Colección de poesía Calle de Cervantes. Sus poemas, cuentos y reseñas han sido publicados en
revistas nacionales e internacionales. Forma parte del Diccionario de Escritoras en Guadalajara y del
Diccionario de Escritores en Jalisco. Poemas suyos han sido traducidos al francés e inglés. Fundadora y
directora del Taller de Poesía La Calle de Cervantes. Conduce el programa Poesía on the rocks en Jalisco
Radio. Invitada a la 29 Feria Internacional del libro de La Habana 2020 y a la 1 Feria Virtual del Libro.
Cajamarca, Perú (2020).
Felicidades a la poeta y a la revista por presentarnos una bella muestra de su trabajo.