RASSIEL ZABALA – NO BUSCO UN HÉROE

MÁS PALABRAS

Dedicado a Ramiro de La Vega

No es un lenguaje hermoso

con el que te voy a cubrir.

Carezco de adjetivos edulcorados

en palabras rebuscadas.

Te ofrezco lo que digo

y no es la gran cosa,

tómame si no te molestan las sobras

Soy el vestigio de virtudes malgastadas

y penas guardadas

Me hallo atormentada

dentro de harapos remendados.

Luego hallo el espíritu del inconforme

en la devoción del derrotista

para disipar mi odio

escribirte mis mejores versos

después de un mal sueño.

ABANDONO DE COSTUMBRES

No busco un héroe

de hazañas orquestadas

en tiempos medievales,

ni sonatas románticas

compuestas por los cultos

de la clase acomodada.

Ayuno por leer sordidez,

me desvelo por lo vulgo

Soy amante de la mala literatura

en donde los verbos son corrientes

y las historias muy tajantes

Quiero ser libre

abandonar mi aspecto de recato

sin suave tacto y

siguiendo férrea en el rechazo

por el trato limitado

entre nobles historias

en las que debo ser salvada.

Si seré un trofeo como Helena

o quedaré loca como Ofelia

mejor déjenme el protagónico

de este cuento de unos pesos.

MARY

Mary es una chica brutal

de 1.50, no más

Ella es como luz volátil

pero de corto alcance.

Ella es libre y huele a marihuana

Sobrevive con sus alegrías grises

y algunos par de centavos.

Ve el modo

de darse la gran vida

que en su provincia planeó

Mary en cierta ocasión puso en aprietos mi sexualidad,

con su contoneo y alarido vulgar.

Corriendo por las calles asfaltadas

de la gran ciudad

Mary proporcionaba amor a todo ser

y ellos pagaban mal su buena fe…

Dentro de poco se casará con un alto militar

Se cortará las alas

mientras yo me quedo en el departamento

sin su bullicio

y un poco más de tranquilidad.

SOY ESCRITORA

Yo siempre creí que no necesitaba leer para escribir

con mis aspiraciones de escritora

me ciegan los delirios

de genialidad e incomprensión,

una nueva literatura universal

puede salir de mi cabeza

sin conocer las letras de

Valle-Inclán y Boris Vian,

mucho menos

de mis contemporáneos bolivianos.

Pronto comprendí

que no hay mundo de opulencia,

los escritores están

y estarán

en el último eslabón.

Con sus letras

carentes de atención

olvidadas

como ellos.

ALGO DE ODIO PARA LLEVAR

Todo el odio que puedo sostener

en las grietas prematuras de mi palma

puede ser por la patria, religión y familia

(férreos candidatos predilectos)…

Todo ese odio contaminado

lo vierto sobre mí.

Recurro a la autoprofagia

Y obtengo condición anímica por la bilis

Soy de la sociedad del consumo

que consume todo lo que soy.

Rezo y mis plegarias escapan con el viento

aquel sufrimiento no me hace un mártir

Mi lucha comenzó al despertar

y perdió su causa al paso diurno.