SANTIAGO GRIJALVA – LOS DESPERDICIOS DEL POLVO
Acerca de la fotografía de Juan y Mara
I
Contemplo en silencio el hombro de Juan
y la sien que se vierte sobre su costado
como un cause de rio que entiende el silencio de una fotografía
¿qué historias habrías dispuesto en esas milésimas de segundo?
cuando el mundo se llamó Mara,
Mara viento del sur
has venido a desordenarnos los afectos.
Impasibles descansan las nostalgias
para interrumpir y poblar la luz de aquellos segundos
donde Juan recordaba
que ni a poesía podía ser balsa en la inconformidad de las costumbres.
II
Por otro lado
la luz atraviesa mi cuerpo
y busco tu rostro para acomodarlo en el pecho
sin más remedio, tengo un hueso que sobresale
esculpido de memoria y tiempo,
no existe forma de que seamos aquella fotografía
pero estas más cerca de la sangre,
a paso lento recubres la maquina roja
al igual que una ciudad en ruinas
que únicamente sirve para los recuerdos.
[Inédito]
Inconexo
Escucho lluvia golpeando el cristal,
a lo lejos, un par de niños juegan a
mantenerse secos
sin saber que su alma ha de quedar
empapada.
A un lado de los sonidos
aparecen dos ojos, encendidos de lluvia,
claros entre las sombras,
punzantes en la calcinante agonía de los
que los vieron.
Tras los residuos de luz encuentro un trazo
obtuso
imitando a la máquina roja de mi pecho
he muerto muchas veces por detrás de un
recuerdo.
Me vuelvo para verme en el espejo
pero el reflejo fue robado por el invierno.
Me busco en los ojos diminutos de las
hormigas
que visitan las moras de mi casa.
Ahora vuelvo a los cristales
para encontrar en ellos el reflejo perdido
de las moscas que han venido a visitarme
queriendo mi carne
únicamente encuentran polvo.
[Los desperdicios del polvo, 2018]
Tras los cristales
Sé la canción que sonará en el último de
mis días
cómo vestirá la mujer que llorará en el
cerrar de cuentas
la forma inconclusa en que se escribirá la
historia
los testigos premeditados que correrán a
mirarme el cuerpo
y los primeros gusanos que conocerán mi
alma.
Este asunto de morir podría ser sencillo,
un cuerpo sin vida, una pena almidonada,
al culminar el día se me da por ser suerte,
vasija sin barro, cuero de látigo, escultura
defectuosa,
al hablar de la muerte se me da por conocer
las sombras
donde esperaste tantas noches,
no sufras tanta espera, no reproches al
tiempo,
ni derroches dinero en llantos alquilados,
solo acompaña a esta nostalgia
por el largo andar, sin fin al margen del
mundo,
solo reclámame los recuerdos y deja caer
sobre los ojos del pájaro ciego,
ese velo que recubre la muerte, déjame
verla sin luz
haciendo el amor con las sombras,
déjame que se meta por los huesos la
soledad
y que en la quinta ruta o paseo de la memoria,
no me sueltes, que en esos tiempos
aún valía la pena.
[Los desperdicios del polvo, 2018]
Santiago Grijalva
(Ibarra, Ecuador; 1992) Psicólogo Social Comunitario. Publicó los poemarios; La revolución de tus cuerpos
(2015), Arreglos para la historia poemario (2017), Los desperdicios del polvo (2018) Cerrar una ciudad
(New York Poetry Press, 2019). Consta en la Antología de Poesía Española Contemporánea «Y lo demás
es Silencio Vol. II» (Chiado Editorial; Madrid, 2016), Seis poetas ecuatorianos (Editorial Caletita; México
2018). Sus poemas han sido publicados en la revista Aérea Revista Hispano Americana de Poesía (Santiago
de Chile; 2018) Utopía (Edición N°93; 2016) Cuando E. P. Thompson se hizo poeta: revista de poesía
política (N°4; 2017). Además, en varias revistas digitales en Iberoamérica. Participó como invitado en el
Festival Internacional de poetas Poesía en Paralelo Cero (Ecuador, 2016) y Las líneas de su mano
(Bogotá,2018), Jauría de palabras (Bolivia, 2019). Coordinador del Décimo y Undécimo Encuentro de
poetas en Ecuador “Poesía en Paralelo Cero”.
Que manera bonita de decir, lo liviano, lo pasajero, pero el poema, no es solo sombra, sino ardor, memoria de la piel, que no solo quiere viento, quiere roncha, recuerdo, que allí hubo batalla de la piel sensible, que no quiere, todavía, muerte. Hormiga, que no desea, el pisotón del descuidado.