KATARIINA VUORINEN – LEY DEL AÑO NUEVO
Catorce y vida
Somos la explosión de una estrella y púrpura explosión
cabellos que crecen con locura, piel que va desgarrándose,
brisa de vino y su contragolpe, brisa de vino a la cual no se regresa
y por la noche las vociferantes playas acaban por enceguecernos
mientras dormimos inconscientes en la penumbra bajo las mantas de los muchachos,
las manos bajo las mejillas, en nosotras sus torpes manos dejan ternura
y un cuerpo falso, nosotras dejamos la ternura,
levantamos una cruz contra la pared
y nos fotografiamos carcajeando impertinentes,
somos carpas de verano atadas por las esquinas volando hacia la noche,
mejillas que enrojecen y enrojecen,
tintineante argolla sobre el pavimento y la fuerza de todas las pequeñas historias
que al relatarse se vuelven inmensas
y nos arrastran con ellas y susurramos una vez más,
nos quebrantamos, nos sostenemos una a otra
una quiere morir y otra quiere vivir
somos una mujer que prueba pastos muertos,
profundidades nocturnas y asfalto bajo los pies, descalzas
que aguantan correr aún más lejos, correr más lejos.
Del poemario Uudenvuodenlaki (Ley del año nuevo), Savukeidas 2015
[Traducción: Zoila Forss]
Tareas para la casa y la pereza
El amor abruma a los niños, el lobo te persigue
en un paisaje escarpado,
un paisaje crujiente de arándanos y viento.
El lobo persigue tu pálida cabeza entre faisanes y liebres,
los abrazos y juegos se encierran entre altos muros.
Extiendes la palabra descubierta, la amenaza de la tala
hace caer los árboles en el suelo de la mente
el atardecer tiende una cama de heno sobre el suelo,
la luna, ese ápice seco de conciencia, cuelga en el Norte.
Te envuelves con esa cobija que pica,
las rayas rojas en las nalgas
bordan el atardecer, te quedas en la misma postura
dentro del eczema y la expresión
Y de nuevo hay que escapar de la cobija.
Del bosque manan bestias febriles
caramelos de polca al pecho,
despejas tu cabeza de humo, los hongos entierran a los árboles viejos
en cuentos de sombra y persecución, al final
aceptas dormir entre ellos
Espolvoreas sal para protegerte,
repites la palabra mágica, mil palabras para decir niña.
Del poemario Kylmä rintama (Frente frío), Savukeidas 2006
[Traducción: cooperación de poetas]
Uso doméstico
Pobre mamá, ojalá hubieras podido
follar más, chupar y cabalgar, abrazar más
dentro de un estuche de largos años,
tú has sido envuelta en gasas
y el lazo es tirado al cuello como en una película de matiz vespertino
las riendas del trapecio de los dioses alrededor de las muñecas, lo niegas
todo, publicaste un aviso de intercambio de correspondencia
se ha empalidecido la vida, se ha vuelto silenciosa, sin nadie con quien hablar
sin viaje de verano, aves en el tenedor o en la servilleta, el azar
donde hubieras podido tener más aguardiente,
un trago más para el corazón, corazón que abraza y escapa
de una fotografía rota donde los enamorados permanecen grabados
y te han encerrado en el invierno, pasas los años en el armario de los pensamientos
el primer día de sol me entero que te han incinerado
la tarde fue dichosa como lo son las tardes de las mujeres,
no se las juzga más con la balanza del horror
el pecado es anulado abajo y arriba y hacia las estrellas
así como las mujeres lo hacen, así las mujeres deben recibir
todo lo que se te ocurra desear, hubieras podido
chupar el aire rojo hacia los exhaustos pulmones
y cabalgar a los confines de la tierra sobre un caballo loco,
danzar hasta convertir la prisión en ruinas, sobre ellas el horror se hace hierba
la única vez que te creo y llamo por un automóvil
pateas a la enfermera desde la hondura de tu cama, lo niegas
todo, publicaste un aviso de intercambio de correspondencia
se ha tornado la vida en algo sin rostro, en algo sin eco
sin cuerpo sin creciente luz
Del poemario Uudenvuodenlaki (Ley del año nuevo), Savukeidas 2015
[Traducción: Zoila Forss]
La regla de la salida
Cuando la mujer se ha partido en dos, aún se sienta junto al fuego
y la flama puede verse entre sus costillas,
ella todavía respira
y es posible que haya cedido ante el invierno,
las tierras altas que compró tal fotos de color,
el mar rojo continúa en sus arterias enrojecido como el cielo
ella desciende por las angostas escaleras como la estrella que cae de una película
cuando es julio, sesenta y seis y tel aviv
y esto es lo que ella te da en secreto: un viaje.
Del poemario Uudenvuodenlaki (Ley del año nuevo), Savukeidas 2015
[Traducción: Zoila Forss]
Ley del año nuevo
Te vas enfriando, has sido vestida de violeta
en contra tu voluntad, amarilis cortada
de la corona de flores de un hombre,
corona de la cual ya tienes el aroma al irte, estás tibia
y esperas mientras digo
que estás presente en todos los homicidios,
has acabado con la escritura de las minuciosas cartas,
te encierran en el último vagón
sin-nada sin-compañía para-nadie
y de ahora en adelante no mataré
el amanecer en mi pecho, el viento se alza y las manos acarician
fuera del alcance de tu escabroso recuerdo, ausente,
en los días de los vivos el sol atrapa un respiro
y otra vez lo levanta en vuelo,
las manos de los que van enfriándose se detienen como una persiana,
las lunas negras de las uñas dejan de rasgar.
Del poemario Uudenvuodenlaki (Ley del año nuevo), Savukeidas 2015
[Traducción: Zoila Forss]
Conejillo de pruebas I
¿soñaste alguna vez con notas musicales cantadas solo por animales?
¿viste a la biblia dorén elaborarse imagen por imagen?
usted miente
si yo consigo arrancar los pensamientos
arrancarlos de la cabeza que se iba llenando de tilo y sol
en mí no hay ningún doblez, usted siempre fue una perturbada, una asesina
ha nacido en los años encorvados
una bandada de alas plegadas y desaparecido entre las ramas
usted es incapaz de hablar, yo digo cuál es el punto de fuga
usted no puede mirar, no hay nadie dentro del vestido
usted creyó en la magia y en la mujer delineada sobre el papel manteca
llegó prontamente como un asado, se echó
delante del local de compra y venta
¿no estará exagerando? de usted no se ve ni tumba ni caída
no hay vergüenza tan profunda, ni muerte, algunos lo creen así
algunos creen que los tambores unen
a las fatigadas ramas familiares de la humanidad, acéptelo,
la pareja es incorrecta,
no deberían casarse
a veces el sol también la rodea con un círculo perfecto,
quizá posterguen los votos
a una mañana invernal sin sombras
se hunde en la noche cuando ya hay prisa por la cena, prisa de los pichones por salir del nido
hay que ocupar los días, juntar huevos inflados de aire para la colección
y hacia agosto recolectamos lo perdido de la casa,
plumas, alquitrán, interminables fiestas
la piedra no cae de la frente
en retumbantes tierras, bajo el calor, en la sordina del bosque
yo a usted la perfilo,
tras los años aún aprende a sostener un arma entre las manos
y volvemos a vernos mañana,
sumerja el rostro en agua fría, baja la hinchazón, oiga,
esto es vida, esto es lo que el sol revela y quema, no escape
de las manos, el futuro leído en ellas comienza a hacerse realidad, yo espoleo
y el ritmo de los caballos se pierde finalmente de los sueños más remotos
terminan los días de verano y no volvemos a vernos,
le enviaré un melodioso pájaro
que nunca vuele de esta mesa
todavía cree todo lo que va de boca en boca, sobre quién
la exprimió hasta lograr tan delgada tira de papel, usted no miente
el gato negro cruza todos los caminos
mientras usted yace en las escaleras del seminario,
en mí no hay sombras
hay hambre, se cierran las puertas
se dice que en los recintos circula gente extraña
quizá no estemos aquí eternamente para responder las preguntas del otoño
alguien recorre las habitaciones llevándose las cosas olvidadas
Del poemario Rouvien ja lintujen talo (La casa de las mujeres y los pájaros), Savukeidas 2010
Traducción: Zoila Forss
Los sueños de Mostar
Te escucho hablar, mientras el tiempo aclara
al fondo de la plaza, el aire se vacía de colonia y alcohol
y los pulmones reciben a la fría mañana
como un anuncio: durante los próximos momentos
vivirás limpio y sorprendido como una extraña criatura
que se eleva de repente sobre el mar,
lo que sigue es la tarea de mercader, de básculas y pesas,
los hombres silenciosos de la calle miran desde sus puertas
dando a cada tomate su lugar en el mundo.
Dices que debemos olvidar lo que sucedió en las montañas,
los disparos en la ciudad,
debemos abrir el candado de la mandíbula y el papel
doblado y metido en el buzón.
«¿Qué más?», dices. Nos encontramos como si lo entendiéramos
todo y nada.
Qué más, mientras existan suficientes de aquellos
que permanecieron despiertos toda la noche,
existan recuerdos y tejidos inconclusos, reuniones
en una región desconocida
amores de los que no tienes conocimiento
si los calicantos de las golondrinas caerán debajo de los aleros
si las sombras enfriadas se desvanecerán de las paredes
un intacto cuadro
brilla repentinamente en el sol
y tú aprietas el teléfono, en él, en el espacio
dices bellamente, rápido, con bordes afilados
como una piel que acaban de abrir con un cuchillo,
y es reparada y suturada.
Del poemario Rouvien ja lintujen talo (Casa de las mujeres y los pájaros), Savukeidas 2010
[Traducción: cooperación de poetas]


[Fotografía: Marja Helander]
Katariina Vuorinen (Janakkala, Finlandia, 1976)
Escritora y Máster en Filosofía con especialidad en Literatura. Se define como parte de la población nómada mundial. Además de interpretar su poesía en diversos escenarios literarios nacionales e internacionales, viaja continuamente y participa en proyectos artístico-literarios.
Ha publicado los libros de poesía: Edith me besó en sueños (Tammi, 2001), Frente frío (Savukeidas, 2006) La casa de las mujeres y las aves (Savukeidas, 2010) y La ley del año nuevo (Savukeidas, 2015). Este último libro está siendo traducido al español como parte de un proyecto editorial con el apoyo de FILI (Finnish Literature Exchange).
Actualmente, la autora está trabajando en su dos próximos libros de poesía.
Desde su debut en dos concursos de poesía en 1992, la autora ha sido invitada a publicar en diversas antologías y revistas de poesía en Finlandia y en el extranjero. Ella ha trabajado en la Universidad de Jyväskylä y fue profesora de Escritura Creativa. También se ha desempeñado como columnista y crítica literaria. Fue presidente de la Asociación de Escritores de Finlandia Central y hace trabajo en conjunto con artistas de diferentes áreas. Uno de sus más recientes proyectos es un libro de viajes en Islandia: El diablo suelto en Islandia (Like 2017) con dos colegas escritores. Los poemas de Katariina Vuorinen han sido traducidos a trece lenguas.